Dicen que la unión hace la fuerza y esto es precisamente lo que esperan los familiares de desaparecidos en Tijuana y grupos de activistas y rescatistas de migrantes quienes acaban de firmar un pacto de colaboración binacional.

 La colaboración se formalizó entre la Asociación Ciudadana contra la Impunidad, liderada por Fernando Ocegueda y el rescatista Rafael Hernández, fundador del grupo de rescate de emigrantes con base en San Diego, Ángeles del Desierto.

 Aunque parezca una extraña mezcla, sus luchas son muy parecidas, ya que ambos grupos enfrentan la incertidumbre del paradero de seres humanos quienes se pierden en esta zona gris que puede ser la frontera, donde las autoridades de ambos países suelen desentenderse de los reclamos de ambos.

 La Asociación Ciudadana contra la Impunidad recién conmemoró el Día Internacional de los Desaparecidos el domingo pasado, en la cual pusieron una valla de cruces blancas afuera del predio donde Santiago Meza alias El Pozolero confesara haber deshecho en ácido a más de 300 cuerpos como parte de su trabajo con el crimen organizado.

 Ahí, los líderes de la asociación condenaron al procurador de justicia Eduardo Medina Mora por no cumplir su promesa de excavar el predio y no traer tecnología de primer nivel que permitiría identificar los lugares donde haya cuerpos bajo la tierra.

 “Medina Mora nos confirmo hace 3 meses que aquí hay restos humanos” dijo Ocegueda, “pero cada vez que venimos nos encontramos con que el predio esta sin excavar así que aunque no sea nuestro papel y estemos violando la ley; si no está eso investigado dentro de un mes nosotros vendremos a excavar para recuperar los restos de nuestros seres queridos, es todo lo que nos queda”.

 Esa sensación de poca colaboración es similar al expresado por Hernández, quien con su equipo de rescatistas voluntarios muchas veces asumen solos, la responsabilidad y los gastos asociados con la búsqueda de emigrantes perdidos en las montañas, logrando muchas veces recuperar solo el cuerpo, regalando un leve consuelo a las familias.

 Según Hernández, tan sólo en el 2009 han sido al menos unas 100 personas las que se encuentran desaparecidas luego de haberse comunicado con sus familiares por última vez en la frontera, para ingresar a Estados Unidos de manera ilegal.

 En los últimos meses la agrupación Ángeles del Desierto, ha rescatado a 15 personas que intentaron cruzar a Estados Unidos de manera ilegal, pero hay otras 11 personas que en estos momentos se encuentran en calidad de desaparecidos; la mayoría podría haber perecido en el inclemente desierto de Arizona donde se caminan distancias de hasta 70 millas con temperaturas de 120 grados Fahrenheit, antes de llegar a lugares poblados.

 Los emigrantes reportados como perdidos por sus familiares suelen estar perdidos en la ciudad fronteriza previa al cruce o estar incomunicados durante el cruce por las montañas, pero una tendencia que ha ido en incremento es el secuestro de los emigrantes y la extorsión de sus familiares en Estados Unidos.

 “Las nuevas bandas de traficantes tienen menos es-crúpulos, estan formadas por adictos con tendencias más violentas o vinculados con bandas de narcotraficantes”, explica el profesor de la Universidad Estatal en San Diego (SDSU) y activista de los derechos humanos, Víctor Clark Alfaro, quien estuvo presente en el anuncio.

 Esto enlaza los crímenes de violencia y desapariciones forzadas que se viven en la franja fronteriza y tocan la problemática de la emigración, haciendo de la colaboración ciudadana un arma vital.

 “Recibimos al menos una llamada diaria de alguien buscando un familiar” explica Hernández, “y nosotros tenemos mucha dificultad para poder poner la queja formal aquí en México porque no conocemos el sistema y es importante que se contabilicen e investiguen estos casos en Baja California y no en sus lugares de origen como les sugieren en el Ministerio Público”.

 Es ahí donde entra Ocegueda y el grupo de familiares de desaparecidos, quien tras tres años de lucha por que se investiguen y resuelvan los más de 280 casos de desaparecidos, —incluyendo el del hijo de Ocegueda—, se han vuelto expertos “tramitólogos” navegando el sistema mexicano de justicia.

 “Necesitamos unir esfuerzos porque los emigrantes también son víctimas de la impunidad que se vive en la frontera y del total desinterés de la autoridad respecto a las investigaciones” explica Ocegueda, “por eso vamos a servir como vínculo con las denuncias que lleguen a Ángeles del Desierto para que se investiguen estos casos y se tengan estadísticas reales de lo que está pasando”.