Actriz latina apoya a candidato anti-inmigrante
La actriz venezolana de origen cubano, María Conchita Alonso, ganó extraña popularidad al dar su apoyo al candidato del Tea Party para gobernador de California, Timothy “Tim” Donnelly.
Fascinado con el apoyo de la actriz latina, Donnelly de inmediato grabó un comercial junto a ella con la supuesta intención de atraer el voto hispano (http://www.electtimdonnelly.com/maria-conchita-alonso/). Se entiende su entusiasmo ya que el político fue nada menos que un miembro activo de la organización Minuteman, que se dedica a vigilar la frontera con México a fin de impedir la entrada de indocumentados.
Pero una vez que apareció el video, la reacción no se hizo esperar y llovieron las críticas tanto a la actriz como a Donnelly por parte de activistas, organizaciones latinas y agrupaciones pro derechos de los inmigrantes.
Por si fuera poco, Alonso perdió su trabajo de actriz en la obra “Monologos de la Vagina” que iba a presentarse en San Francisco en el Brava Theater Center (http://www.brava.org), los días 14, 15 y 16 de febrero.
Previendo un desastre económico y de relaciones públicas, los encargados de la obra tomaron la decisión mencionada, que al parecer enfureció a Alonso. Poco después ella dijo haber sido quien abandonó la obra, lo que demuestra que hubo un acuerdo entre ambas partes para que todo parezca amigable.
Tim Donnelly, nacido en Atlanta, Georgia, en 1966, es miembro de la Asamblea Estatal de California por el distrito 33, y representa al Partido Republicano. Su campaña se basa en los conocidos principios conservadores, como reducción de impuestos para empresas y libertad de portar armas. Naturalmente, él ase-gura que su administración traería prosperidad al estado.
La actriz y cantante María Conchita Alonso, nacida en 1957, es reconocida por sus opiniones contra los gobiernos de Cuba y Venezuela. Ha aparecido en programas de TV conservadores y muchos recuerdan su enfrentamiento con el actor y director Sean Penn debido al apoyo de este último al ex-presidente venezolano Hugo Chávez. Ambos coincidieron a finales de 2011 en el aeropuerto de Los Angeles, donde intercambiaron insultos.
En realidad, quien realmente despidió a la actriz de la obra teatral fue el público. Esto ocurrió después de que decenas de llamadas de enfurecidos oyentes inundaron un programa de radio de la estación KIQI 1010AM (htttp://www.kiqi1010am.com), de San Francisco, el viernes 17 de enero, cuando se transmitía una entrevista en vivo con la actriz, en vista de su inmediata presentación en la ciudad. Pero en cambio, la audiencia estalló en su contra por sus posturas conservadoras y su apoyo a Donnelly.
Respecto al video, el papel de Alonso allí es lamentable, aparece con un perro Chihuahua al que llama “Tequila”, usa malas palabras, y demuestra un estilo vulgar. Quizá pretendía ser divertido, pero de eso tiene poco y nada.
Si bien la población de San Francisco es la más liberal de California, aún el propio Partido Republicano prefiere alejarse de posturas como las de Donnelly, en parte teniendo en cuenta que el registro a ese partido sigue disminuyendo y más latinos repudian su postura en el tema migratorio, entre otros.
Además, agreguemos, que el programa económico conservador agudiza la pobreza por medio de subsidios a las empresas y eliminación de programas sociales (o subsidios a los más necesitados). La excusa de reducir impuestos para crear empleos es vieja y no ha demostrado que esto sea una realidad.
Esto no quiere decir que los Demócratas hagan mucho por detener esa tendencia.
Aunque la cancelación de la presentación teatral de Alonso parezca un “linchamiento”, y hasta pueda parecer injusto, la verdad es que la audiencia tiene el derecho de expresar su rechazo al apoyo que ella le da a un dinosaurio político y fanático opositor de los inmigrantes.
Mucha gente ha sufrido —y sigue padeciendo— las consecuencias de las políticas y de la economía dominadas por el pensamiento conservador y fanático. Qué bueno entonces que la audiencia exprese su rechazo al mismo. Aunque los dinosaurios, entre ellos María Conchita Alonso, no puedan entenderlo.