Basta ya de Lloriqueos
¿Desde cuándo es que aceptamos el lloriqueo de un grupo de millonarios privilegiados que se quejan de ser explotados en su trabajo?
¿Desde cuándo es que la avaricia se convirtió en una virtud y no en un pecado?
¿Desde cuándo es que el orgullo y el honor tienen un precio para aquellos afortunados de representar a su país en competencias internacionales?
Los futbolistas mexicanos son una clara muestra de que el dinero está muy por encima de cualquier compromiso moral, de cualquier valor institucional, de cualquier obligación profesional.
En los últimos días se ha venido ventilando las verdaderas razones por las que los jugadores mexicanos le han perdido amor y respeto a su selección.
La crisis se centra en que los futbolistas se sienten explotados por la Federación Mexicana de Futbol (FMF) en cuanto a su imagen comercial.
Los jugadores argumentan que en cada concentración del Tri son obligados a hacer anuncios de televisión y radio así como de medios digitales e impresos.
Los futbolistas argumentan que la federación recibe cantidades millonarias por esos pactos publicitarios y que a ellos solo les entregan las migajas del enorme pastel.
Los argumentos de los empleados del balón son convalidadas por la mayoría de los analistas deportivos que trabajan en mesas de opinión.
“A los jugadores los explotan, por eso ya no quieren ir a la selección”, dijo Hugo Sánchez en el programa Futbol Picante de ESPN Deportes.
Hugo plantea que los futbolista deberían recibir la mitad de todos los ingresos que la FMF obtiene por concepto de la explotación comercial de la selección.
“Así hacen en España, mitad y mitad”, explicó el exdelantero del Real Madrid.
El problema, desde mi punto de vista, es que de lo que menos se pueden quejar los jugadores de la selección mexicana es de que son explotados.
Cada vez que llegan a una concentración, los futbolistas reciben un muy buen pago de viáticos que en realidad no necesitan ya que la FMF se hace cargo de todos los gastos de hospedaje y alimentación.
Una comparación muy clara de esto es la selección de El Salvador.
Los jugadores cuscatleños reciben un promedio de 20 dólares al día por concepto de viáticos mientras que los seleccionados mexicanos reciben cerca de 150 dólares al día, dizque para comer.
Además de ese dinero de viáticos, cada uno de los seleccionados recibe una muy buena compensación económica por concepto de su imagen que es utilizada en promocionales publicitarios.
Francisco Gabriel de Anda fue integrante de la selección mexicana que participó en el Mundial de Sudáfrica 2010.
Ahora, como comentarista de ESPN Deportes, de Anda es de las pocas personas que aseguran que los futbolistas de la selección mexicana no son explotados.
“A mí, por un mes de concentración en el Mundial de 2010, me diera 54 mil dólares y lo mismo le tocó a cada uno del resto de la selección”. confesó De Anda.
“Para mí, eso no es explotación”, dijo.
Es increíble que en un país como México, donde el sueldo mínimo es cinco dólares al día, sus futbolistas digan que son explotados.