Cáncer y colonoscopía
LA COLUMNA VERTEBRAL
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Por Luisa Fernanda Montero
El cuarenta por ciento de los canceres colorrectales pueden evitarse. El proceso es simple: colonoscopia. Así lo afirma un estudio revelado recientemente por la Escuela de Salud Pública de Harvard – HSPH por sus siglas en inglés – . La investigación además, reitera que las personas con ciertos niveles de riesgo deben someterse a una colonoscopia cada diez años.
“La colonoscopia es uno de los exámenes más comunes en Estados Unidos, sin embargo había poca evidencia de que redujera el riesgo de padecer cáncer de colón” afirmó Shuji Ogino, autor y profesor asociado de del Departamento de Epidemiología de la Escuela de Salud de Harvard.
Pero uno de los datos mas relevantes ofrecidos por el experto es que el estudio provee fuerte evidencia de que la colonoscopía es una técnica efectiva para detectar canceres en regiones cercanas al colon y al recto, teniendo en cuenta que exámenes similares como la sigmoidoscopía es insuficiente para prevenirlos.
Y es que según las más recientes cifras de los Centros de Control de Enfermedades – CDC – cerca de 137 mil personas en Estados Unidos fueron diagnosticadas con cáncer colorrectal en el 2009 y cerca de 52 mil murieron ese año debido a esta enfermedad. El cáncer colorrectal es la segunda causa de muerte por cáncer en la nación.
En suma, pues, el asunto es que el examen es fundamental en la prevención de un cáncer mortal que puede afectar a cualquiera. El problema, más allá de la misma enfermedad, es la reticencia que le tienen muchos.
Cumplidos los cincuenta años de edad, la colonoscopía es un examen indispensable, porque el riesgo de contraer cáncer colorrectal aumenta con la edad. De acuerdo con los CDC más del 90 por ciento de los casos se presentan en personas de cincuenta años o mayores
La prueba, en la que se introduce una especie de tubo flexible por el recto, razón por la cual muchos la desprecian, detecta pólipos precancerosos que pueden ser extirpados a tiempo y de realizarse oportunamente puede ser el inicio de un tratamiento exitoso que puede salvarnos la vida.
Y es que usted puede tener pólipos o cáncer colorrectal y no saberlo. Muchas veces la enfermedad no presenta síntomas, sobre todo en las etapas tempranas, si se presentan puede haber sangre en las heces, dolores o cólicos estomacales constantes y ppérdida de peso inexplicable.
Es importante tener en cuenta que algunas personas tienen más riesgo de padecer esta enfermedad que otras, así que hay que aumentar los niveles de alerta si se presenta, por ejemplo, enfermedad inflamatoria intestinal, si hay aantecedentes familiares de pólipos colorrectales o de cáncer colorrectal o síndromes de origen genético como poliposis adenomatosa familiar o cáncer colorrectal hereditario no poliposo.
Hable con su médico acerca de cuándo hacerse las pruebas de detección y con qué frecuencia. Recuerde que su salud está en sus manos, y es muy posible que un sencillo examen le salve la vida.