Nelly C piensa que el gobierno estadounidense hace casi imposible que los migrantes soliciten asilo.

“Si es verdad que nos van a cobrar los trámites de asilo, yo creo que nadie los va a poder pagar. Si todos dejamos lo poco que teníamos y venimos huyendo no nada más de la violencia, sino también de la miseria, cómo podríamos pagar”, cuestionó la madre soltera de dos menores con quienes llegó a la frontera de Tijuana.

El presidente Donald Trump propone que desde finales de julio su administración cobre a los migrantes que soliciten asilo una tarifa no especificada por los trámites.

“Eso es dentro de menos de tres meses y ahorita en la lista de espera para pasar a pedir asilo me tocó de cuatro meses, o sea que sí tendría que pagar y yo no tengo dinero”, dijo Nelly.

En Tegucigalpa, Honduras trabajaba y ayudaba con los gastos en la casa de sus padres pero nunca ganó lo suficiente para vivir aparte con sus niños.

“Estamos en un refugio obviamente porque no tenemos dinero; aquí nos ayudan a no estar en la calle, a tener algo para comer”, dijo la madre soltera.

Este martes, personal del Consulado de Guatemala en Tijuana se entrevistaba con un grupo de migrantes guatemaltecos que, desalentados por el tiempo que tendrían que esperar citas, prefirió regresar a casa y necesitaba ayuda para pasajes y alimentación.

“Los trajeron de Mexicali hace dos semanas, les dijeron que solo en Tijuana iban a pedir asilo, pero ahora se enteraron de que tendrían que esperar cuatro meses o más para las citas y que a la mejor les van a cobrar”, dijo el pastor Albert Rivera.

En el refugio Juventud 2000, donde está Nelly, el administrador, José María García Lara, sostiene que la administración Trump hace imposible que los migrantes soliciten asilo.

“Esto de que quieren cobrarles por los trámites a personas que carecen de todo es nuevo, pero a eso se suma que ya han dicho que los migrantes que pasen la entrevista de miedo creíble –temores fundados— tendrían que pagar fianza, y no tendrían permiso para trabajar hasta que sus casos sean resueltos”, dice Lara.

Según el presidente Trump, los casos de asilo se podrían resolver en 180 días, pero en las familias migrantes entre tanto carecerían de permiso de trabajo, es decir que sus opciones serían la caridad o regresar a sus lugares de origen, donde muchos enfrentan altos riesgos.

La abogada Nicole Ramos es la directora de la organización legal Al Otro Lado que apoya a los migrantes. El gobernador de California Gavin Newsom decidió financiar al grupo al saber que defendía a cientos de migrantes sin fines de lucro.

Ramos dice que fuera de que en las cortes se pueda detener el cobro de fianzas porque a los migrantes resulta imposible, “cobrarles por trámites de asilo es ilegal e inmoral”.

Los migrantes son personas que carecen hasta de lo más básico, que huyen de la violencia pero acompañada de la miseria.

Cobrarles ahora “es otro intento más de la administración Trump por reprimir los derechos de los más vulnerables entre nosotros, esencialmente forzando a los refugiados a entrar en ataúdes antes de que tengan la oportunidad justa de presentar sus peticiones, y sentenciarlos a morir porque no pueden pagar la tarifa para salvar sus vidas”.