El Condado de San Diego triplicó su presupuesto para atender la crisis por consumo de opioides que aqueja tanto a la región como el resto del país.

La junta de supervisores aprobó esta semana aumentar por los siguientes tres años un fondo de 54.6 millones a 179.6 millones de dólares para enfrentar esta y otras problemáticas relacionadas al abuso de sustancias que en ocasiones conllevan a la indigencia, enfermedades mentales o conducta criminal.

En el pasado año fiscal, cerca de 11 mil 300 personas recibieron tratamiento por adicciones en centros de atención del condado. Bajo el nuevo presupuesto, se tendrá capacidad para asistir a 30 por ciento más personas con servicios de rehabilitación, consejería y residencias para recuperación, entre otros.

Piedad García, subdirectora del departamento de salud mental para el Condado, explicó que esta iniciativa consiste en una “transformación del sistema de adicciones” con la cual, se destinarán más recursos y por primera vez se integrará la medicina en el tratamiento.

“Teníamos limitaciones de acceso al tratamiento ahora hemos amplificado y crecido para que no haya espera en el ingreso a las clínicas de recuperación y a los programas residenciales”, detalló. “Tenemos muchísimos pasos que abarcar, pero creo que va a beneficiar a la comunidad en general”.

De esta manera, se mejorará el tratamiento, se incrementará la eficiencia y se reducirán los costos, precisaron autoridades del condado.

El enfoque será enfrentar esta problemática en aumento como una crisis de salud pública.

“Tengo 30 años trabajando aquí y es por primera vez que se le pone al sistema de drogadicción esta cantidad de dinero”, comentó la especialista.

Ron Roberts, supervisor del condado, calificó esta iniciativa como una inversión que “cambia el juego” y un programa que salvará vidas.

Se estima que en 2016, unas 64 mil personas murieron por sobredosis de drogas, según datos del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), lo que representa que el número de decesos de cuadruplicó en comparación con casi veinte años atrás.

El mismo año, se registraron 500 muertes accidentales por consumo de alcohol o drogas en el condado de San Diego, y de acuerdo con autoridades, el número continúa en aumento.

“Cuando ves las estadísticas de muertes se debe comprender que es sólo la punta del iceberg, hay muchas personas cuyas vidas se han visto violentadas por las adicciones por lo que el número de muertes no cuenta la historia completa”, refirió Cindy Cipriani, asistente de la fiscalía federal del distrito sur de California.

California es considerado como “zona de impacto” dado su cercanía con la frontera sur, de donde ingresan grandes cantidades de drogas como metanfetaminas, heroína y la droga sintética fentanilo.

De esta última, se ha detectado una tendencia alarmante para autoridades. En 2015, se decomisaron cerca de 30 kilogramos de esta droga, y dos años después, la cantidad incrementó a 537 kilogramos.

“El fentanilo es increíblemente potente y peligroso, es hasta 50 veces más poderoso que la heroína y 100 veces más que la morfina”, precisó Cipriani, quien indicó que en la mayoría de las ocasiones, la persona no sabe que lo está consumiendo dado que es vendido en el mercado negro como si fuera oxicodona.

En 2017, el número de muertes por fentanilo en San Diego se duplicó en comparación al año anterior, indicó la funcionaria federal.

Los servicios de tratamiento estarán diseñados para servir a personas de escasos recursos como una estrategia integral que busca erradicar otras problemáticas sociales, confían autoridades locales.