La Ciudad de San Diego estableció un reglamento especial para rentar viviendas grandes, pequeñas y departamentos a corto plazo, que en su mayoría se anuncian por internet y que han generado gran controversia en una cantidad importante de zonas de la región, ante conflictos por ruido, malos comportamientos de los arrendatarios y vandalismo en las inmediaciones del lugar en renta.

El reglamento que entrará en vigor en el año 2020, pretende un mayor control de los ciudadanos que generan ganancias por este sistema y busca poner fin a la serie de manifestaciones y malos entendidos entre vecinos, a lo largo de los vecindarios más solicitados por los turistas.

La Ciudad, después de una década de argumentos y discusiones, decidió con seis votos a favor y tres en contra adoptar un nuevo paquete de regulaciones para ocupación residencial a corto plazo.

La iniciativa presentada por el alcalde de la ciudad contempló ciertas reglas que fueron modificadas y mejoradas en base a las necesidades que veían regidores y funcionarios públicos en San Diego.

“Presenté mi propuesta de compromiso para ayudar al cabildo a encontrar un terreno común para poder aprobar leyes integrales de alquiler a corto plazo y con las enmiendas adicionales realizadas, finalmente logramos ese objetivo”, aseguró el alcalde de la ciudad de San Diego, Kevin Faulconer.

Entre las modificaciones aprobadas por el cabildo de la ciudad se encuentra el que todos los propietarios o beneficiarios de las rentas a corto plazo obtengan una licencia anual, autorizada por la ciudad, la cual se límite a la renta por persona de una propiedad donde se viva y una adicional.

Pagar por impuestos de ocupación, permisos de uso para renta de viviendas con cuatro o más dormitorios y de impacto de viviendas asequibles, este último impuesto aseguraron las autoridades creará más recursos para el desarrollo de viviendas para personas de bajos recursos. El monto de 3.96 dólares por casa completa por cada noche de alquiler que será pagado por los anfitriones irá a un fondo para que más personas tengan la oportunidad de vivir en un sitio accesible y disminuir así la crisis de vivienda que existe en el condado y en California.

Las nuevas normas también establecen que dentro de los anuncios se debe colocar el número de licencia otorgado por la ciudad de San Diego y cumplir con políticas de buen vecino proporcionando información de los contactos.

Dentro del nuevo reglamento la ciudad también incluyó a agentes que estarán a cargo de hacer cumplir las nuevas regulaciones y los códigos para abordar quejas que se puedan presentar durante las noches y los fines de semana, en el proyecto se estableció, la creación de una línea telefónica que funcione las 24 horas del día para quejas, así como un sitio Web para informar sobre infractores.

El primer aviso de infracción, se estableció, va a ser considerado como una advertencia, el segundo aviso dará lugar a una audiencia frente a las autoridades y un tercer aviso de violación en un periodo de 12 meses, puede resultar en la revocación del permiso para realizar rentas de corto plazo en San Diego.

Empresas como Airbnb, una de las plataformas virtuales y compañías que predominan en el mercado mundial para las rentas de viviendas corto plazo, estima que este tipo de alquiler generó en San Diego más de 482 millones de dólares en actividad económica e impulsó casi 3 mil 100 empleos en la ciudad.

La propuesta también se apoyo por parte de ciudadanos que actualmente se dedican a la renta de estas propiedades y aseguraron daría claridad a una serie de conflictos y vacíos legales, que hasta el momento aquejaban en la vida de cotidiana de cientos de personas.

“Esta es una propuesta que no solo incluye el apoyo de un grupo bipartidista de personas y organizaciones, sino que equilibra cuidadosamente las necesidades de nuestra comunidad y la importancia de los alquileres a corto plazo”, señaló Belinda Smith, arrendadora de Airbnb en la zona de Mission Hills.