Disponibilidad al cambio
El filósofo y politólogo boliviano, René Zabaleta Mercado, introdujo algunos términos que, a raíz de los recientes brotes políticos en el Norte de África y en el Medio Oriente, resultan ser útiles para entender los procesos políticos que se desarrollan en esta región.
Zabaleta Mercado empleó los términos de “Momentos Constitutivo” y “Disponibilidad” después de hacer un análisis sociológico-histórico de los gobiernos oligárquicos y dictatoriales de América Latina.
Por una parte, un momento constitutivo es aquel instante histórico revolucionario, a través del cual las bases sociales mayoritarias buscan el cambio social y político a través de un movimiento sincronizado desde abajo.
Las metas de tal movimiento, obviamente, son cambiar las formas de gobierno y buscar un liderazgo político que tenga más afín con los intereses de las mayorías, especialmente con el movimiento revolucionario.
Los cambios, pueden ser democráticos como también pueden iniciar un proceso de represión autoritaria. Es decir el liderazgo puede caer a manos de demagogos políticos y líderes populistas, quienes a menudo imponen sistemas políticos ajenos a los intereses democráticos.
Por otra parte, se puede entender como Disponibilidad al grado de conciencia social de la gente que se moviliza para realizar un movimiento revolucionario. Un Momento Constitutivo no puede llevarse a cabo sin la Disponibilidad de las bases sociales. En este sentido, lo uno viene forzosamente ligado a lo otro.
Si llegamos a analizar la situación con los casos de Libia, Egipto, Bahrain y otros países islámicos los conceptos de Zabaleta Mercado encajan como los dedos al guante.
Existe un grado de disponibilidad bastante alto entre la gente y también hay un momento constitutivo bastante claro.
Los procesos políticos que se configuran en esta región tienen ramificaciones políticas diversas. En Egipto, por ejemplo, el cambio de gobierno ya es una realidad, empero existe un grado de incertidumbre debido a que no se sabe todavía cuál será el tipo de gobierno que operará este país.
Puede ser que el movimiento constitutivo conduzca a un gobierno democrático al estilo occidental o puede ser que las elecciones favorezcan a un gobierno presidido por clérigos musulmanes, quienes como en Irán, probablemente utilicen los procesos e instituciones democráticas para crear una dictadura eclesiástica o un gobierno democrático autoritario.
En Libia la situación es mucho más precaria que en Egipto. El movimiento constitutivo está en su auge y el objetivo de la población libanesa no es simplemente reemplazar al gobierno de Moamar Gadafi, sino destruir el sistema de gobierno autoritario que la presidió por más de 42 años.
La presión por el cambio en Libia, a diferencia de Egipto, no es a través de un movimiento social de protestas y manifestaciones civiles, sino que las bases sociales en Libia ya se han dotado de armas. Es un movimiento armado. Cuando esto sucede, la presión por el cambio en mucho más trágica, debido a que hay una probabilidad alta de guerra civil entre el régimen viejo con el nuevo que surge.
Un régimen democrático no es una perfección de gobierno. Eso, en la vida real, no existe. Sin embargo, un sistema político democrático es el más ecuánime y es el que fomenta la libertad individual, la civilidad y la justicia social.