Drop the i-Word
Los soñadores de la ciudad donde vivo se anotaron otro triunfo. Lograron que el semanario alternativo en inglés Creative Loafing, de Charlotte, Carolina del Norte, dejara oficialmente de utilizar el término “ilegal” para definir a los indocumentados.
El anuncio de la decisión del Creative, lo hizo la publicación copando totalmente la portada de su más reciente edición, que está ilustrada con las siluetas de los “dreamers” y las camisetas con el logo de la campaña “Drop the i-Word”.
El periódico dedicó el editorial y varias páginas interiores al tema con opiniones diversas sobre el uso de la palabra “ilegal” en el debate migratorio.
El grupo de jóvenes United 4 The Dream o Unidos por el Sueño, que cuenta con el respaldo de la Coalición Latinoamericana, la organización hispana más antigua de Charlotte, ha persuadido a personalidades y medios de comunicación de la ciudad que eliminen ese vocablo.
Entre los convencidos han estado: el comentarista de radio de la estación WFAE, Mike Collins, el congresista Mel Watt, la comisionada del Condado de Mecklenburg y aspirante al Congreso, Jennifer Roberts, y los concejales de Charlotte LaWana Mayfield y John Autry.
Sin embargo, las protestas públicas para modificar el uso de “ilegal” por parte del diario en inglés más prominente de la zona The Charlotte Observer, y las estaciones de televisión del área todavía no han surtido efecto.
Los medios en español de Charlotte sin necesidad de códigos de estilo y sin excepción y de forma espontánea usan el término indocumentado para referirse a quienes carecen de un estatus migratorio autorizado en Estados Unidos.
Las luchas por el uso de palabras apropiadas para definir comunidades y nacionalidades no son nuevas.
México y los mexicanos decidieron que su país y su gentilicio se escribieran con x y no con j, como sería lo “lógico” por el efecto de sonido que daría esa mayúscula.
La comunidad afroamericana decidió llamarse así después de años de ser definida como “negra” o de “color”.
Lo que se denomina “political correctness” no es una actitud de censura para vocablos, sino un proceso evolutivo del idioma, en el que los actores de un debate presionan para definir una identidad.
La campaña “Drop the i-Word” es una iniciativa nacional del sitio de internet Colorlines y del centro de investigaciones Present.
Los promotores de la campaña esbozan tres razones principales para que los medios de comunicación y las figuras políticas erradiquen la palabra ilegal: Porque es deshumanizante, racista y no es precisa.
Además, aseveran que el término promueve la discriminación y es el caballito de batalla de organizaciones antiinmigrantes como NumbersUSA y la Federación Americana por la Reforma Migratoria (FAIR), que se oponen a la legalización de los indocumentados. Esas dos organizaciones y el Centro de Estudios de Inmigración (CIS) han tenido el respaldo de John Tanton un oftalmólogo y activista antiinmigrante vinculado al eugenismo, un movimiento que promueve la teoría de que la raza blanca es superior.
En octubre del año pasado la Sociedad de Periodistas Profesionales (SPJ) emitió una resolución para que los periodistas y medios de comunicación se abstengan de usar el vocablo ilegal.
Hace años la Asociación Nacional de Periodistas Hispanos (NAHJ) había pedido que no se estigmatice a los indocumentados con esa palabra despectiva, añadiendo el ingrediente de que es “gramaticalmente incorrecta”. En 1994, hace 18 años la NAHJ la Asociación de Periodistas Negros (BJA), la Asociación de Periodistas Asiático Americanos (AAJA) y la Asociación de Periodistas Nativos Americanos (NAJA), firmaron una resolución conjunta contra el uso de “ilegal” e “ilegal alien”: “Esos términos son considerados peyorativos no sólo por aquellos a los que se les aplica sino por mucha gente del mismo origen étnico y nacional que está legalmente en Estados Unidos”.