El Fútbol se Pinta de Rojo en Querétaro
Desafortunadamente en las últimas semanas no solo es la guerra en Ucrania lo que nos preocupa: Cada día tenemos noticias, escenas y cifras de violencia que nos duelen en nuestro México.
Se han dado enfrentamientos y masacres en Jerez y Fresnillo en Zacatecas, en Atlixco, en Puebla. Se han acribillado personas en dos velorios, uno en Michoacán y otro en Zacatecas. Asesinaron al alcalde de Aguililla, Michoacán, entre otros tristes acontecimientos.
La violencia, desafortunadamente, ha logrado meterse en nuestros espacios de esparcimiento cotidianidad y debemos reflexionar profundamente al respecto.
El problema no es solo entre bandas del crimen organizado como se suele justificar muchas veces. Es también, la violencia de vivir en un país en el que diariamente son asesinadas 10 mujeres por el hecho de ser mujeres y en el que 6 de cada 10 hemos sufrido algún tipo de violencia a lo largo de nuestras vidas. Las dinámicas de agresión que vemos en nuestros entornos comunitarios y familiares como lo sucedido en el estadio de fútbol de Corregidora hace unos días es parte del problema.
Lo acontecido en el estadio de Querétaro es preocupante por diversos motivos.
Primero, por que un deporte que debiera ser una herramienta de prevención y motivo de sana convivencia, se mancha al ser escenario de la trifulca. Segundo, por que hace evidente la falta de capacidad y protocolos de las autoridades encargadas de la seguridad tanto al interior como al exterior del recinto. Y tercero, por que refleja parte de lo que sucede en nuestra sociedad.
El odio, el rencor, la frustración, la falta de entendimiento y de empatía con el que piensa distinto a nosotros. De tanto ver episodios y dinámicas relacionadas con la violencia, hemos normalizado las conductas y comportamientos agresivos y eso nos debe entristecer e invitar a la reflexión.
La pasión del fútbol que forma parte de la cultura y tradición mexicana, hoy corre riesgos importantes en México. Además de las cancelaciones y medidas extremas que se tienen que tomar para realizar cualquier futuro encuentro, se ha puesto sobre la mesa, incluso la posible cancelación de nuestro país como sede en el mundial de 2026 tras la pelea entre los aficionados del Atlas y el Querétaro.
Las imágenes que dieron vuelta al mundo son una terrible muestra de que la violencia ha llegado a nuestros espacios de esparcimiento y recreación.
El tipo de agresión que se dió, con cuerpos sangrados, lastimados, desnudos y golpeados hasta la extenuación, son comportamientos inhumanos, característicos de grupos del crimen organizado y son conductas que jamás debemos normalizar. La Violencia que se puede dar tras la cara de lo colectivo es también parte de lo que debemos reflexionar. El amarillismo, morbo y falta de profesionalismo por parte de algunos medios y periodistas también es parte del problema y quedó al descubierto en este acto.
También una de las líneas de investigación, menciona que la pelea fue causada por pugnas entre grupos del crimen organizado, lo cual también preocupa y debe ponernos en alerta.
Es importante no simplificar las cosas.
Debemos analizar la presencia de botellas, navajas, palos, picahielos, si los protocolos marcan que no debería haber este tipo de instrumentos al interior del estadio para evitar justamente problemas de violencia. Los afectados fuimos todos, como suele ser con la violencia, losinvolucrados voluntariamente pero también los que asistieron y no se metieron, e incluso los que no acudimos.
¿Por qué no hay detenidos hasta el momento? ¿Por qué las autoridades tanto de gobierno como de la Liga de fútbol solamente mencionan que se detendrán a los culpables sin tratar de ver más allá de lo que está sucediendo?
Finalmente, quiero subrayar la esperanza.
A pesar de todo lo sucedido, no faltaron muestras de humanidad, como el niño que se quitó la playera del Querétaro con todo y autógrafos de los jugadores para salvar a uno de los hinchas del Atlas que estaba huyendo de las agresiones.
Esta esperanza y la calidad humana y solidaria que nos caracteriza como mexicanos es lo que debe prevalecer y darle la vuelta a la violencia.