El mundo de Michael Jackson
No hay duda. El filósofo griego Platón lo dijo. Nosotros, los seres humanos, somos fiel reflejo del mundo que nos rodea. Nuestra vida, en gran parte, está siendo determinada por el sistema político y económico en donde vivimos, por nuestras costumbres, la religión, cultura y otras estructuras sociales que son parte de nuestra existencia.
La vida de Michael Jackson, a pesar de que fue un gran creyente en el poder individual de la persona para resolver sus propios problemas o alcanzar sus metas personales, comprueba fielmente la aserción que hizo este filósofo griego.
Como muy pocas personas, Michael Jackson alcanzó el título de celebridad desde muy temprana edad. Apenas era un niño, cuando él y sus hermanos lograron incrustarse en la cultura musical norteamericana a través de su música. Los Jackson Five, así se llamaba el grupo, tenían un repertorio suave, alegre y hasta frívolo en la década de 1970.
En ese periodo, nuestro país estaba con-dicionado a la contracultura que la antecedió. Nuestro mundo cambió diametralmente como resultado de las manifestaciones de la población afroamericana, las movilizaciones de los chicanos y el clamor de las mujeres que buscaron una sociedad más equitativa social y económicamente.
Uno de los sectores más beneficiados después de la contracultura fue la música y las artes. A pesar de que todavía existían los problemas de discriminación contra los grupos afroamericanos, dichos actos de discriminación ya no fueron tan predominantes a nivel sistémico sino a nivel individual.
En este sentido, los artistas afroamericanos, como los Jackson Five, lograron posicionarse como los más taquilleros en el mercado de la música. Tal vez fueron los primeros artistas afroamericanos que sobrepasaron las barreras de la raza, gustando a negros, blancos, asiáticos, etc.
Durante la década de 1980, Michael Jackson adquirió celebridad mundial con su disco “Thriller”, el cual revolucionó la industria de la televisión, los videos musicales y creo una orgía a diversos niveles artísticos.
Justo en esta época, los mercados mundiales cambiaron de una cultura económica caracteri-zada por el proteccionismo hacia otra de libre mercado.
El prodigio de Michael Jackson se vio favorecido por este nuevo viraje económico. El mercado rompió con las fronteras geográficas. Como resultado, su música llegó a otros confines mundiales, desde Hollywood hasta lugares más desolados.
El libre mercado aceleró las ventas de sus discos, empero la cultura salvaje de este sistema económico afectó la vida personal de Michael Jackson. De una persona idolatrada, pasó a ser un tipo colmado con problemas de todo tipo. Su caso, no es el único y ni está limitado al mundo Hollywoodense. También tenemos a artistas latinos y gente común y corriente que tiene problemas de autoestima, obsesión con las cirugías, etc.
Durante el homenaje que organizaron sus familiares esta semana, mucha gente se precipitó al Staple Center para “verlo” por última vez. Alguna gente cuestionó que el cuerpo que descansaba en su féretro no era el de él. Eso que importa. Al final, él siempre estará con nosotros a través de su música.
Una vista a su vida, es como si estuviéramos repasando los diferentes trances de nuestro mundo. Al fin y al cabo, el mundo donde vivimos predetermina nuestras decisiones y nuestras metas personales.
Humberto Caspa, Ph.D., es profesor universitario. E-mail: hcletters@yahoo.com