“El Teo” Uno de los Más Buscados en Mexico, Arrestado
Dormido en su cuarto y sin guardaespaldas. Una explosión en la madrugada y media centena de agentes encapuchados entrando a la mansión de una zona exclusiva en la tranquila ciudad de La Paz.
Así fue finalmente capturado uno de los narcotraficantes más nombrados de Tijuana.
Teodoro García Simental mejor conocido como “El Teo” “El Tres Letras” y “K-1”, tiene alrededor de 31 años de edad y según autoridades federales mexicanas y la DEA es el responsable de al menos 600 ejecuciones violentas en la región de Tijuana y de hacer común la mutilación sanguinaria de cadáveres de sus víctimas, incluyendo disolverlos en ácido para que no dejen rastro.
Luego de su aparatosa detención, “El Teo” fue rápidamente trasladado a la ciudad de México, para ser presentado a los medios en una conferencia liderada por Ramón Pequeño García, jefe de la Policía Federal.
Según Pequeño, el “El Teo” era buscado tanto por México como por Estados Unidos, y se ofrecía una recompensa de 30 millones de pesos (2.3 millones de dólares) por información que resultara en su captura. Finalmente, fueron necesarios 5 meses de labores de inteligencia y vigilancia, así como la colaboración directa de personal de la DEA, el Ejercito y la Marina mexicana para su detención.
Pero, ¿Quién es el Teo y por qué se le considera tan importante en el mapa del crimen en México? Según datos revelados por autoridades federales, “Teo” inició su carrera criminal muy joven, como miembro del cartel de los Arellano Félix, subiendo rápidamente entre sus rangos hasta hacerse jefe de escoltas de la familia.
Pero en agosto del 2006, la detención del líder del cartel, Francisco Arellano Félix “El Tigrillo” provocó una escinsión en la organización en la cual Simental se enfrentó contra Fernando Sánchez Arellano, “El Ingeniero” por el control del cartel.
Pero el Cartel probó ser un “negocio familiar” y el “Teo” se unió entonces a los rivales de Arellano, La Familia Michoacana e Ismael “El Mayo” Zambada, del cártel de Sinaloa, para quienes actualmente traficaba grandes cantidades de droga desde Sinaloa, Michoacán y Jalisco por medio de tres aviones de su propiedad.
La separación desató una cruda guerra contra los Arellano que provocó un incremento en la violencia entre narcotraficantes, pero también un ataque frontal contra policías de todos los niveles y se le atribuye haber planeado ataques contra del jefe de la policía de Tijuana, Julián Leyzaola Pérez e incluso el procurador del estado, Rommel Moreno Manjarrez.
El deslinde con los Arellano Félix también resultó en un incremento en el número de secuestros en la ciudad.
Fue durante este enfrentamiento entre cárteles cuando se hicieron cada vez más frecuentes las técnicas como la decapitación, incineración y mutilación de los cuerpos como mensajes para el “ingeniero”; el colgar a víctimas de los puentes públicos y dejar narcomensajes en contra de Arellano Félix, al que frecuentemente se refería burlonamente como “el albañil”.
Sus sanguinarios métodos de control de territorio hicieron necesarios los servicios de Santiago Meza López, apodado “El Pozolero”, quien fuera detenido el 25 de enero de 2009 para luego confesar haber disuelto en ácido a por lo menos 300 cadáveres para su jefe: Simental.
Ahora, después de los tres años más violentos en la región, su detención extrañamente da esperanzas a Tijuanenses los miembros de la Asociación Esperanza contra las Desapariciones Forzosas.
Su presidenta, Cristina Palacios cuenta que desde antes de que se confirmara la detención de “El Teo” ya estaba sonando su teléfono con familias de secuestrados que buscan que el famoso narcotraficante confiese los crímenes contra sus seres queridos.
“Me han llamado de Guadalajara, Mazatlan, Mexicali, familiares de desaparecidos quienes ya se fueron de Tijuana pero que tienen esperanzas que este hombre se tiente el corazón y confiese el lugar donde dejó los cuerpos de sus hijos, esposas, padres…” dijo Palacios.
Y es que de los más de 300 casos que tiene documentados la asociación, los desaparecidos correspondientes al 2007, 2008 y 2009, son en un 60 o 70% relacionados con operaciones criminales relacionados con la célula del Teo.
“Los familiares, —que se han vuelto investigadores privados de sus propios casos—, han vinculado los secuestros al “Teo” y sus cómplices, quienes trabajaban junto a Meza López, el llamado “Pozolero”, agregó la activista, quien junto con otros familiares de desaparecidos fue a la PGR en Tijuana esta misma tarde para entregar un disco con fotografías de los desaparecidos.
Entre los familiares está Nayeli Lara de Barruecos, esposa del doctor y cirujano Horacio Barruecos quien desapareciera el 3 de enero del 2008.
“Acaba de cumplir dos años de desaparecido mi marido y yo estoy orando para que ese señor [el Teo] se tiente el corazón y nos diga a tantas familias que hizo con ellos, con los que se llevó y que pueda por lo menos recuperar su cuerpo”, dijo Lara.
Aunque su captura ha sido celebrada por autoridades y políticos, ésta no significa la paz para la región. El Gobernador del estado, José Guadalupe Osuna Millán, dijo ante los medios estar complacido de la captura, pero también advirtió de un posible reacomodo de las fuerzas criminales que puede repercutir en más violencia en la región.
José María Ramos, experto en seguridad pública del Colegio de la Frontera Norte (Colef) en Tijuana, advierte que hay dos posibles reacciones: la primera sería una disminución de la violencia ante el control de la plaza a manos de los Arellano Félix, pero no se descarta que los aliados de “El Teo”—La Familia y el cártel de Sinaloa—continúen peleando la plaza con fuerza.
“Las cosas no se resuelven con una detención sola” advirtió el académico de SDSU y activista de los derechos humanos en esta frontera, Víctor Clark Alfaro, “porque lo que hemos visto es una pulverización de los grandes carteles, además hay que recordar que “El Teo” solo es un brazo armado y no el cerebro o el poder financiero que sería un verdadero golpe mortal a una organización criminal”.