El trago que puede destruir tu vida
La Columna Vertebral
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Por José López Zamorano
Cada sociedad define las conductas que son absolutamente inaceptables y -en consecuencia- aprueba las leyes y las regulaciones necesarias para establecer sanciones ejemplares, no sólo para desalentar este comportamiento sino para penalizar a los infractores.
Bajo esa categoría se encuentra el manejar en estado de embriaguez. Estados Unidos ha fijado castigos crecientes para el llamado Manejo Bajo la Influencia (DUI por sus siglas en inglés) o el aún más grave Manejo Mientras Intoxicado (DWI por sus siglas en inglés). Más recientemente ha ligado esas conductas inapropiadas con la seguridad nacional.
El abogado migratorio Luis González, quien ha representado a un sinnúmero de clientes inmigrantes acusados de DUI o DWI, conoce de primera mano el impacto dañino que una convicción de este tipo tiene no sólo sobre el infractor, sino sobre sus familias y, en muchas ocasiones, sobre su proyecto de vida.
La lista de potenciales dolores de cabeza por un arresto o sentencia bajo las leyes por manejar embriagado es abundante y preocupante, en especial para las personas en una situación migratoria irregular.
Por ejemplo, nos recuerda el abogado migratorio, cualquier sentencia por manejar bajo la influencia del alcohol es una prioridad para el inicio de un proceso de deportación de Estados Unidos bajo las directrices del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
Muchos de los beneficios como el Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA), iniciado por el presidente Barack Obama en 2012, no pueden obtenerse si la persona elegible o el solicitante ha sido encontrado culpable de manejar bajo la influencia del alcohol, drogas o intoxicado.
Si la versión para adultos de la Acción Diferida, el llamado programa DAPA, es finalmente aprobada por las cortes estadounidenses para beneficiar a más de 4 millones de padres con hijos residentes permanentes o ciudadanos, sus beneficios no aplicarán a la persona convicta por DUI o DWI.
Para fines migratorios, los fiscales del DHS no están dispuestos a conceder discreción para cerrar un caso ante la corte si la persona presenta el agravante de haber manejado en estado de ebriedad.
El abogado Luis González nos dice asimismo que la persona convicta de DUI o DWI puede ser vista por un juez como un riesgo a la comunidad o la seguridad del público, durante un proceso migratorio.
Los fiscales tampoco tienen el apetito de reabrir casos pendientes de migración si el solicitante tiene en su historial un caso de DUI o DWI, o los jueces pueden imponer fianzas más altas de libertad condicional.
En pocas palabras, el manejar embriagado, tomado, borracho o intoxicado no combina ni con los tiempos, ni con la moral. Evita serios dolores de cabeza físicos y legales. Si tomas alcohol no manejes, designa a un conductor o toma un taxi. No dejes que un trago destruya tu vida.
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