Hay de Tontos a Tontos
Arrogante es aquel que cree saber todo sin ni siquiera entender los preceptos básicos de la vida.
Arrogante es aquel que asume que su hogar es el único lugar seguro en todo el planeta.
Arrogante es aquel que siente ser tan grande y poderoso que se resiste a ver de frente a aquellos que lo increpan, que lo cuestionan, que lo incomodan.
Arrogante es el entrenador en jefe de los Patriots de Nueva Inglaterra, Bill Belichick.
Con toda seguridad, Belichick es el mejor estratega que la NFL haya tenido en su historia.
Sus esquemas estratégicos, su dedicación absoluta por ajustar cualquier detalle y su capacidad para tomar decisiones acertadas en momentos clave de un partido lo han convertido en una verdadera leyenda viviente.
Al saberse reverenciado y aclamado, Belichick no tiene problema alguno para comportarse de manera déspota y arrogante.
Sus conferencias de prensa son legendarias porque es sabido que cualquier pregunta de los reporteros las responde con dos palabras, si acaso tres.
Belichick considera que el resto de la humanidad está muy por debajo de su grandeza y ese es precisamente lo que lo hace ser un hombre arrogante.
El domingo 19 de noviembre, los Patriots estuvieron en el Estadio Azteca de la Ciudad de México para enfrentar a los Raiders de Oakland.
El partido de temporada regular coincidió con la fecha exacta en que se cumplían dos meses del potente y mortal terremoto que azotó la capital de la República Mexicana.
Al término del partido contra los Raiders, Belichick demostró que es una genio del futbol americano, pero un ignorante de la vida.
“Somos afortunados de que no hubo erupciones volcánicas, terremotos, ni nada más mientras estuvimos ahí”, dijo Belichick en tono de absoluta seriedad.
“Tienes dos franquicias de la NFL en un área que no sé cuán estables sean las placas geológicas que estaban debajo de nosotros, pero no pasó nada, así que eso fue bueno”, remató el entrenador de los Patriots.
Me pregunto si los mismos pensamientos pasan por la cabeza de Belichick cuando su equipo viaja el estado de California.
Sabrá este erudito del ovoide que cada vez que visita Los Ángeles o San Francisco, su franquicia corre el riesgo de quedar atrapada en un terremoto de enorme magnitud.
Sabrá este maestro de la arrogancia que cada vez que visita el Noroeste de los Estados Unidos para enfrentar a los Halcones Marinos de Seattle, su equipo se interna en una de las zonas volcánicas más activas y peligrosos del país.
Belichick cree que fuera de los Estados Unidos todo representa un peligro latente y ese sentimiento solo pertenece a aquellos que viven en la ignorancia.
Será que a Belichick le da temor asistir a la Iglesia de su vecindario por temor a ser baleado en la cabeza por un loco ex integrante del Ejército de su país.
Será que a Belichick también le da miedo pasear en Las Vegas por aquello de que se le aparezca un desadaptado mental con un arsenal de armas de fuego.
Arrogante e ignorante, vaya combinación para alguien de quien se dice es todo un genio del emparrillado.