Hispanos reciben ataques de racismo en conjunto habitacional
Gracias a los ataques de racismo por parte de la administración de un parque residencial, los habitantes de la comunidad hispana que viven en el en la ciudad de Chula Vista, convocaron a una manifestación para defender en conjunto sus derechos.
La cita fue el Viernes 22 de abril a la 1:00 de la tarde, a las afueras de la oficina del parque residencial de casas móviles en donde poco a poco los vecinos se fueron incorporando a esta manifestación para exponer sus molestias en contra de los abusos por parte de Deborah Hyde —encargada del arrendamiento y administración del Breentwood Park— quien ya cuenta con dos demandas ante la ley: una por amenazas y otra por el aumento de renta a sus inquilinos, ambos juicios aun están bajo proceso. La resolución se espera en la audiencia fijada el próximo 6 de mayo, ante la apelación de los abogados de Hyde.
Los problemas y maltratos comenzaron desde su llegada hace tres años, intensificándose de seis meses a la fecha. Cada habitante con una historia en particular en contra de su arrendadora; involucrada en agresiones físicas y verbales, amenazas, aumento de renta en periodos muy cortos, intimidación, negación de permisos a los inquilinos para vender sus casas, e incluso sospechas de provocar el incendio de la casa rodante I-20 cuyo propietario había recibido la advertencia para desocupar el espacio o atenerse a salir de ahí en peores condiciones.
El señor Vicente González apoyado por su hija Stephany Ortiz fueron los primeros en alzar la voz y encabezar un movimiento de unificación ante sus vecinos, para poder exigir un trato digno y vivir tranquilamente como lo han hecho en los más de veinte años que llevan de residencia en este lugar, “mucha de la gente que ha recibido maltratos por parte de Deborah no están aquí hoy porque tienen miedo, se muestran insatisfechos pero no dicen nada y no es justo que esto siga así… A mí me amenazó con que me fuera si no quería que me pasara lo mismo que a la I-20, me empujó y me dijo que el único lugar en donde podíamos estar es en Tijuana, donde está la basura”… comento con indignación el Sr. González quien sostenía entre las manos un letrero como prueba, éste apareció en su puerta con el mensaje “LEAVE OR DIE… GET BACK WET BACKS” mientras le arrojaban una roca a una de las ventanas de su vivienda.
Tocando de puerta en puerta se fueron sumando uno a uno vecinos a la causa para mostrar su inconformidad ante los constantes enfrentamientos con su administradora; tal es el caso de Ofelia Amador, una señora de la tercera edad con más de 18 años de antigüedad en el conjunto ubicado en el 1100 Industrial Boulevard, afirma haber recibido gritos y empujones por la manejadora del residencial, además de negarse a conceder permiso para la venta de su casa rodante por alguna empresa fuera de la que Deborah Hyde pertenece. Negativa a la cual se han enfrentado la señora Amador y varios inquilinos que solicitan dicha autorización.
Por otro lado, María de los Ángeles Navarro, madre de un niño con necesidades especiales recién sometido a una operación un par de semanas atrás, vivió una mala experiencia al ser víctima de robo de la herramienta y el material destinados a la construcción de una rampa en su propiedad que le facilitara el acceso a su pequeño. “Deborah es mi vecina, y cualquier cosa que hacemos en la casa está sobre mi marido vigilando, le dice que no puede hacer nada, ni en el propio patio; nos amenaza que nos va a sacar y nos quiere subir la renta…Yo le pedí los videos de seguridad para ver quién me robo, hice la solicitud escrita que me dijo y nada, se niega siempre y es muy grosera…”aseguró María de los Ángeles.
Por su parte, Deborah Hyde apareció visiblemente molesta a las afueras de las oficinas de administración de la comunidad de casas rodantes, evitando a toda costa los cuestionamientos de la prensa a los que solamente respondió: “No comments, no comments” (Sin comentarios).
Estos son tan sólo algunos de los muchos ejemplos de los ataques que reciben los miembros de nuestra comunidad hispana que reside en este parque de casas móviles en la ciudad de Chula Vista, por ello, este grupo de vecinos se ha propuesto continuar en la defensa de la tranquilidad de sus moradas, sin dejarse intimidar por nadie. Ahora cuentan con el apoyo de David Lagstein, director de “Alliance of Californians for Community Empowerment”, quien también formó parte de la manifestación comprometiéndose a colaborar con asesorías para los afectados y encontrar pronto la mejor solución.