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Homicidas Siguen Libres en San Diego

Created: 22 February, 2018
Updated: 13 September, 2023
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4 min read

Aunque el Departamento de Policía en San Diego se dijo orgulloso de la baja en crímenes registrados en sus últimas estadísticas, donde el número de homicidios en el año 2017, llegó a 34, en comparación con los 50 del 2016, muchos casos siguen sin resolver en la ciudad.

En el vecindario de Oak Park el sentimiento de impotencia sigue 10 años después de la muerte de Salvador Hernández quien, a sus 26 años de edad, una noche no regresó a casa.

Los últimos informes de la policía refieren que mientras la víctima se encontraba estacionada junto a una mujer en el parque ubicado en el número 5500 de la calle Seifert, una camioneta de color claro se detuvo junto al vehículo de Hernández, uno de los conductores del vehículo aún no identificado, le disparó al igual que a su compañera, aunque ella sobrevivió, Hernández murió por la gravedad de sus heridas.

Para la familia de Hernández la noticia dicen cambió su vida para siempre, una perdida que no solo duele por su ausencia, sino también por la falta de justicia.

“Sentí que mi mundo se había caído, como si mi corazón se hubiera desbaratado, apartado de mi cuerpo, no lo podía creer, habían matado a mi hijo, es algo que yo no le deseo a nadie”, dijo Cathalina Hernández, madre del joven Salvador.

El que haya pasado una década sin tener conocimiento del autor del crimen, dice Cathalina la deja sin aliento, no solo por la pérdida de su hijo a tan pocos metros de la iglesia donde su familia asistía constantemente, sino también por la buena relación de Salvador con los jóvenes y residentes de la zona.

“Yo conocía a todo el barrio, yo era la mamá del barrio, todos venían a mí casa, iban a comer después de la escuela, yo tuve a toda la preparatoria en mí casa cuando él se gradúo, por eso no puedo comprender porque hicieron esto, porque él no era malo, ni estaba en padillas, el era ayudante en la capilla de la iglesia”, señaló Cathalina.

Para las autoridades las pistas son pocas y aseguran a pesar de haber realizado por años investigaciones, no se ha podido llegar a una conclusión sobre quién es el responsables de este homicidio.

Lo más difícil para las familias afectadas, dicen ser aquellos que se quedan y no podrán conocer a las víctimas, tal como el hijo de Hernández, quien contaba con un año y siete meses de edad cuando el hecho ocurrió, hoy el pequeño, también se suma a las exigencias de su familia por justicia, para la memoria de su padre.

Para la familia de Hernández la noticia dicen cambió su vida para siempre, una perdida que no solo duele por su ausencia, sino también por la falta de justicia.

“Mi sobrino es lo más triste, saber que crecerá sin un padre, quiero decir que era tan joven cuando paso que no lo pudo conocer bien, y me duele saber que tuve a mi hijo y tendré otro bebe y mis hijos nunca conocerán a mí hermano, tengo que mostrarles fotos para decirles, esto duele”, aseguró María Guillen familiar de Hernández.

Hoy, las autoridades y la familia de Hernández piden el apoyo de la comunidad para dar el más mínimo detalle relacionado a la muerte de este joven.

“Cualquiera con información del asesinato de Hernández, les pedimos que llamen al departamento de policía o al de prevención del delito del departamento del sheriff, esto no puede permanecer anónimo y cualquier detalle pequeño, podría ser lo que necesitamos para resolver este caso y traer justicia a Salvador y su familia”, informó el teniente de la unidad de homicidios y del departamento de policía Mike Holden.

Los número para dar detalles son el (619) 531-2293 en el departamento de policía y para permanecer anónimo el (888) 580-8477 con el departamento de prevención del delito.

A este crimen sin resolver en el condado de San Diego, se suma el de Jodine Elizabeth Serrin en Carlsbad que desde hace 11 años no ha sido resuelto, el de Emmanuelle “Benji” Thomas, el pasado viernes 30 de junio del 2017 en Oceanside, el de Arthur Angulo en North Park el pasado 16 de septiembre del 2017, entre otros más, casos sin resolver que hasta el día de hoy mantienen a sus homicidas libres en las calles de Estados Unidos.