Inconsciencia de “redskins”
Comentario:
Por Humberto Caspa, Ph.D.
Recientemente, a medio tiempo del partido de futbol americano entre los Redskins de Washington y los Cowboys de Dallas, el periodista deportivo Bob Costas sintetizó la utilización de la palabra “Redskins” como un estandarte a la opresión y un insulto a las Naciones Originarias de América del Norte.
“Redskins”, “indios”, “mestizos”, entre otros, encarnan elementos negativos que enaltece al que lo usa y denigra a la persona referida. En términos sociológicos, la utilización de estos conceptos son imposiciones del grupo(s) dominante(s) hacia los grupos subordinados.
Los comentarios que hizo Costas no son una casualidad ni mucho menos una reacción espontanea. Las ideas fueron articuladas antes del partido y están relacionados a la fecha alusiva de la llegada de los españoles al “nuevo mundo”.
La versión oficial de esta llegada está matizada con el susodicho de “descubrimiento de América”.
Las crónicas de los españoles –de Bernal Díaz del Castillo, entre otros— hacen una descripción de los hechos de su llegada, utilizando el lenguaje dominante español, especialmente con una perspectiva ideológica eurocentrista, donde ellos (los españoles) son los buenos y las naciones originarias de América los malos, los salvajes, los impuros, los profanadores de la palabra de dios y los incivilizados.
Las crónicas españolas, muy raras veces, hacen alusión a culturas altamente capacitadas. En ningún momento los españoles trataron de socializar y entender las costumbres y creencias de las Naciones Originarias de América. Por cierto, algunos derivados de la religión politeísta indígena tendían, especialmente la religión Azteca, a reprimir los derechos individuales y a ofuscar la vida del ser humano; podría incluso considerárselos como elementos de una costumbre barbárica. Empero, no todo lo que encontraron los españoles fue malo.
Cristóbal Colón llegó a una de las islas del Caribe un 12 de octubre de 1492. Pensando erróneamente que había llegado al este de la Indias, Colón bautizó a los habitantes de la isla con el nombre de indios. Con el correr del tiempo, los españoles etiquetaron al indio como salvaje, incivilizado, impío, en palabras del filósofo inglés Thomas Hobbes, como gente que vive en un “estado de naturaleza”.
Con la Encomienda, la Mita, y otros sistemas sociales de exclusión y trabajo forzado, las Naciones Originarias no solo fueron estigmatizadas como “indios”, sino que también que fueron desprovistos de su esencia y de sus derechos étniconacionales.
Hoy, en los países con poblaciones altamente “indígenas”, la palabra indio se ha convertido en un insulto y en una forma de pisotear al individuo. Muy similar a la palabra “niggro”, el cual menosprecia y confunde la esencial de una persona que tiene descendencia africana, la palabra “indio” viola la identidad propia de las Naciones Originarias de América.
Aunque vanagloriado por la cultura deportiva norteamericana, “redskin” es un término peyorativo y excluyente. Es un recuerdo constante del ultraje europeo a las naciones Originarias de América del Norte. Bob Costas está en lo correcto.
Humberto Caspa, Ph.D., es profesor e investigador de Ecomonics On The Move. E-mail: hcletters@yahoo.com