Jan Bejar: Luchando por los Inmigrantes
Cuestionar la autoridad de figuras desde profesores hasta jueces parece algo que podría meter a una persona en problemas, pero es lo que ha ayudado al abogado de inmigración Jan Bejar a convertirse en un abogado reconocido.
Sentado en su oficina, él recuerda con una sonrisa que desde su juventud fue expulsado de varias escuelas mientras crecía en la Ciudad de México porque cuestionaba a sus maestros. Y aunque a menudo eso lo metía en problemas, no se detenía en preguntar, “por qué” a las cosas que le decían sus maestros.
Así que durante los últimos 34 años, sigue preguntándose por qué las cosas tienen que hacerse de cierta manera, especialmente cuando se trata de la ley de inmigración.
“Todo esto es desafiar al sistema y encontrar una solución más justa a las situaciones de las personas”, dijo Bejar.
Bejar ha dedicado su trabajo a la defensa de los migrantes y las personas que necesitan ayuda porque cree que con la ley de inmigración las balanzas no se inclinan a su favor.
Un inmigrante el mismo, Bejar se identifica con sus clientes ya que emigró a los Estados Unidos desde la Ciudad de México con su familia cuando tenía 18 años. Él recuerda que aunque él era privilegiado en un sentido de la inmigración, porque su madre era estadounidense, la adaptación a un país diferente y modo de vida fueron procesos difíciles.
“Incluso con la ciudadanía estadounidense siempre hubo discriminación”, dijo Bejar. “Había la sensación de que no perteneces y la gente que te hace sentir fuera de lugar”.
Se sentía frustrado sobre todo cuando llegó a la escuela porque tuvo que adaptarse al sistema escolar en los Estados Unidos, que era muy diferente al sistema en México.
Después de graduarse de UC San Diego con un licenciatura en comunicaciones y cine en 1977, Bejar decidió regresar a México.
Se le ofreció un trabajo al regresar a México, pero no fue algo muy apropiado para él, así que se mudó a Chiapas y se ofreció a documentar voluntariamente las comunidades indígenas. Luego regresó a los Estados Unidos y obtuvo una maestría en periodismo de la Universidad del Sur de California.
Pero otra vez, eso no era lo que Bejar quería hacer así que él decidió conseguir un título en derecho. Mientras debatía si estudiar leyes era una opción aburrida, él asistió a una clase de ley de inmigración la cual le abrió los ojos.
“Me di cuenta de que (la ley de inmigración) era un campo donde se podía hacer mucho bien”, dijo Bejar. “Podrías trabajar con personas con las que te identificaste”.
Por su trabajo, Bejar fue galardonado recientemente con el Premio Ohtli 2017 por parte del Gobierno de México, otorgado a personas que han hecho contribuciones a la comunidad mexicana en el exterior.
Dijo que se sintió honrado por el premio y que su equipo en las oficinas de abogados de Jan Joseph Bejar, A P.L.C. merece una parte de ese premio.
“Mi equipo y yo trabajamos en un sistema que a menudo no tiene sentido y que encuentro más surrealista que cualquier pintura de Salvador Dalí. Es un mundo lleno de contradicciones legales y obstáculos que deben ser superados por personas que no tienen voz ni acceso efectivo a representantes de gobierno”, dijo durante su discurso de aceptación del Ohtli, realizado el lunes 18 de septiembre.
A lo largo de su carrera, Bejar ha aprendido que a menudo se dice a los inmigrantes que se declaran culpables o no tienen una representación exacta, así que él dice que es un firme creyente en cambiar el sistema.
Bejar recuerda varios casos en los que representó a personas que no habían tenido representación legal adecuada e incluso recuerda discutir con los jueces para defender su posición.
“La idea es básicamente luchar lo más duro que puedas y una cosa que me han dicho es que simplemente no sé cuándo renunciar y es probablemente cierto”, dijo Bejar. “No veo dónde renunciar sea una virtud”.