La Puritita Verdad
Cuando alguien se atreve a decirnos nuestras verdades en la cara, duele, y duele mucho.
La crueldad con que esa persona nos hace ver nuestras falencias, nuestros errores y nuestras debilidades es como si nos estuvieran dando un golpe demoledor.
Escuchar la verdad que nosotros tratamos de ocultar a base de excusas es un relámpago revelador que debemos aceptar.
Cuando sabemos que estamos haciendo mal las cosas, preferimos escondernos en la mentira de los pretextos en lugar de aceptar nuestras fallas.
Ya son muchas las mentiras, las promesas incumplidas y las falsas esperanzas que los Padres de San Diego le han dado a sus aficionados.
Por muchos años ya, el equipo ha tratado de hacerle creer a sus seguidores que las temporadas llenas de derrotas y fracasos están cerca de convertirse en cosa del pasado.
La directiva del club se ha empeñado en diseminar la idea de que la franquicia está llena de jóvenes talentosos y que de un momento a otro se convertirán en verdaderas estrellas de las Grandes Ligas.
La retórica de los Padres contrasta con la triste realidad de un equipo que se ha convertido en el hazme reír del circo.
La semana pasada, los Dodgers de Los Ángeles visitaron Petco Park para disputar una serie de tres partidos.
El cuadro angelino ha tenido un mal arranque de temporada y hasta antes de su visita a San Diego no había podido ganar una sola serie en la campaña.
Los Dodgers llegaron a esa visita a Petco Park muy heridos por la barrida de tres juegos que los Diamondbacks de Arizona les propinaron en su propio estadio.
El lunes por la noche, después del primer partido entre los Padres y los Dodgers, encendí el televisor para ver el noticiario que la estación KTLA origina desde la ciudad de Los Ángeles.
En su presentación, el conductor de la sección deportiva, Derrin Horton, le dio un duro golpe de realidad a los Padres.
“Cualquier equipo que necesite urgentemente un triunfo debe de jugar contra los Padres”. dijo el comunicador.
A continuación, el comentarista deportivo ofreció un resumen del partido y esbozó una sonrisa al declarar la victoria de los Dodgers.
“San Diego tiene un horrible equipo de béisbol”, dijo
Darden mencionó que ante los Padres, los Dodgers tenían la gran oportunidad de ganar su primera serie de la temporada, y así fue.
Sin problema alguno, el cuadro angelino barrió los tres partidos que disputó en en Petco Park.
Basta de mentiras, basta de engaños, basta de farsas.
Los Padres están muy lejos de convertirse en un buen equipo dentro de las Grandes Ligas.
La realidad es que la franquicia de San Diego se ha convertido en el chiste favorito de comentaristas deportivos a lo largo y ancho del país.
La palabra “respeto” no es un sinónimo que se deba asociar al uniforme y escudo de los Padres de San Diego.