Las Consecuencias de Crecer muy Rápido
Uno de mis primeros trabajos cuando estudiaba en la universidad fue trabajar en un quiosco de artículos deportivos en el centro comercial de Fashion Valley. Fué un trabajo interesante para mi porque nunca me habían gustado los deportes, ni siquiera jugué deportes de niño. Aun así, aprendí mucho de las diferentes ligas deportivas y de los jugadores famosos. Yo trabaje en este quiosco durante la época en que los Chargers ganaron el campeonato de la AFC, por lo tanto nos iba muy bien con las ventas.
Era un buen tiempo para el dueño y su empresa estaba experimentando un incremento significante en ventas. Naturalmente, el dueño comenzó a abrir otras sucursales en otras plazas comerciales como Plaza Bonita, Parkway Plaza y más; todo esto durante un periodo de un año o dos. Llegó un punto en que él tenía cinco quioscos diferentes en San Diego.
El negocio iba bien, pero la expansión tan rápida trajo una serie de nuevos problemas. Ahora en lugar de tener de dos a tres empleados, tenía de 15 a 20. Y regularmente, entre más empleados tengas más problemas vas a tener en general. Hacer una nómina y contratar gente se convierte en un proyecto totalmente diferente.
Con más tiendas viene la necesidad de tener más inventario. Gastar unos cuantos miles dólares para comprar cachuchas, jerseys, cascos etc. para un quiosco es relativamente fácil. Ahora hay que multiplicar ésto por cinco. Ya no es tan fácil. Los proveedores no dan crédito para cantidades grandes tan fácilmente y las tarjetas de crédito personales por lo regular no tienen tanto limite disponible.
Ahora se necesita gastar mucho más dinero para que sobreviva el negocio. Las ventas diarias ayudan a pagar el inventario pero no es como un restaurante donde se compra lo que se venderá en la semana.
En una tienda de artículos deportivos hay inventario que se vende y otro que no. Se tiene que tomar en cuenta todo ésto y tener reservas de capital de trabajo para poder seguir comprando inventario y operando durante las épocas lentas.
Ser inquilino de un centro comercial es una cosa pero ser inquilino en cinco es otra cosa ya que cada centros comercial tiene sus reglas.
Ahora pensemos en las transacciones bancarias, regulaciones de cada tienda, permisos y mas para cinco locales. Administrar todo ésto se vuelve un dolor de cabeza.
Por si no fuera suficiente, el dueño decidió abrir una tienda dentro de un local en uno de éstos centros comerciales. Pero tener una tienda también trae más problemas: El contrato de arrendamiento es más complicado que el de un quiosco, se requiere revisión por parte de un abogado cual trae mas gastos, existen más requisitos por parte de la ciudad donde se opera el negocio, códigos de construcción que hay que seguir, y reglas del centro comercial. Y todavía faltan resolver permisos y licencias.
En resumen, crecer demasiado rápido fue mucho más de lo que pudo administrar el dueño y una baja en ventas terminó con todos sus negocios. El dueño tuvo que declararse en bancarrota y terminó cerrando todas sus tiendas.
La lección: No crezcas tan rápido.
El dueño debió de haberse quedado con dos o tres tiendas y aprender a administrar más de una por unos años para después ver si se puede crecer más.
No estoy en contra del crecimiento en los negocios, al contrario lo promuevo. Pero crecer debe de ser algo planeado. Las decisiones no se deben de tomar a la ligera y es importante aprender a gatear antes de caminar, y caminar antes de correr. Hay que aprender las operaciones por unos años, identificar ciclos de negocio, crecer la reserva de capital de trabajo, conocer al cliente, y establecer una marca ántes de crecer tanto.
En mi carrera he visto muchos negocios crecer muy rápido y sufrir las consecuencias. Los negocios no deben de verse como algo donde alguien se puede hacerse rico rápido. Los negocios tienen que planearse para que sean algo a largo plazo y el crecimiento siempre tiene que ser un objetivo, pero no tan apresurado.
Hay que aprender a gatear antes de caminar.