Minutos después de que el presidente Donald Trump declaró una presunta emergencia nacional por crisis “de seguridad y humanitaria en la frontera”, el Estado de California anunció una demanda colectiva de varios estados; apenas una hora después, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) también advirtió que demandará. Desde entonces los avisos de demandas no han parado.

El gobernador de California, Gavin Newsom, dijo que la declaración es “una farsa política”, un “circo electoral” al que el presidente recurre para satisfacer su base de votantes, a un costo que tendrán que pagar todos los contribuyentes, especialmente en California.

El procurador de California, Xavier Becerra, agregó que se trata “de una crisis fabricada en la frontera”, basada en estadísticas amañadas, con las que el mandatario miente para conseguir fondos para el muro que prometió en su campaña electoral.

“Nos veremos en las cortes”, dijo el procurador. California encabeza una demanda colectiva de estados que salen perjudicados porque el presidente con su declaración de emergencia toma fondos que estaban presupuestados para emergencias y construcciones militares.

Por ejemplo, en California las pérdidas que causaron los incendios del año pasado, los mayores en la historia, alcanzan los 18 mil millones de dólares y la administración Trump no ha ayudado y ahora toma los recursos que podrían usarse en superar esos estragos, de acuerdo con el gobernador y el procurador.

También dejarán de construirse viviendas accesibles para veteranos indigentes porque el dinero para esas obras ahora se invertirá en el muro.

Por ahora se han sumado a la demanda de California unos seis estados y podrían unirse hasta 15 entidades.

Por su parte la ACLU en San Diego informó que “al declarar una falsa emergencia, el presidente Trump demuestra lo dispuesto que está a socavar la Constitución, y lo ansioso que está por escalar su ataque cruel, cínico y políticamente motivado contra las familias inmigrantes”.

Aseveró que “Donald Trump y su administración han dejado en claro qué tan lejos están dispuestos a ir, cuántas barreras de la ley, normas democráticas y decencia humana están dispuestos a atravesar, solo para construir el muro en el centro de su ataque a los inmigrantes”.

Vicky Gaubeca, la directora de la Coalición de Comunidades Fronterizas, dijo que millones de residentes en la región están hartos de las tergiversaciones de Trump al hablar de la frontera, una de las zonas más seguras en el país.

“La única emergencia en la frontera se llama Donald Trump”, destacó la coordinadora.

El presidente declaró la emergencia pese a que todas estadísticas, incluso del Departamento de Seguridad Interior contradicen sus argumentos para la declaración, tanto en drogas como en indocumentados.

Hasta ahora se han entregado más de nueve mil migrantes de las caravanas para pedir asilo, y aunque la patrulla fronteriza los considera como arrestos de indocumentados, las detenciones permanecen como las más bajas sin repunte desde el 2013.

La mayoría de las drogas incautadas se encuentran en las garitas, ocultas en vehículos.