El hombre está de pie en una pequeña oficina. Toma el auricular del teléfono con las dos manos, todo su cuerpo tenso, expectante, escucha los sonidos en la línea antes de decir, “hola, si, Irene, sí, estoy bien, me deportaron, sí, estoy bien, estoy en Tijuana….”

    La conversación de Eligio Ramírez con su esposa representa un gran alivio para él, que llevaba 3 días sin reportarse a su casa. Su esposa y su hijo de 5 años lo esperaban para cenar pero nunca volvió de su trabajo como asistente de cocina en un restaurant de sushi de Los Ángeles.

    “Hablar con ella fue una gran ayuda” dice Ramírez, “porque muchas veces no saben ni a donde te llevan, si pasaras meses detenido, ni por dónde te van a sacar para México, ni cómo buscarte…”

    Ramírez es uno de los primeros beneficiados de un nuevo programa recién iniciado en los albergues para migrantes en la ciudad de Tijuana, en el cual se utiliza tecnología para facilitar a los migrantes la comunicación con sus familiares en Estados Unidos.

    “Nosotros en la casa vemos ésta como una necesidad básica “dice el padre Luiz Kendzierski, director del albergue Casa Migrante en Tijuana, “la  mayoría de los deportados no tienen cómo comunicarse con su familia, algunos que traen su celular, la migra les quita el celular o si andan por la ciudad alguien les roba y siempre hay ese problema de la comunicación porque su familia no sabe donde están…. y una vez que logran decir ‘aquí estoy’ ayuda mucho a que las cosas se vayan resolviendo”.

    El programa piloto utiliza la tecnología llamada Magic Jack, un dispositivo USB que sirve para hacer  llamadas gratuitas vía internet a los migrantes. La tecnología, que tiene un costo de $40 al año, permite hacer llamadas ilimitadas y gratuitas a cualquier número telefónico de Estados Unidos, solo teniendo una computadora y servicio de internet.

    Los Magic Jacks son una donación del DIF Municipal a los albergues de migrantes; casa YMCA para menores migrantes, Casa Migrante, Casa Madre Assunta para mujeres y niños, Casa Elvira, Ejercito de Salvación y la Asociación del Migrante Chiapaneco.

    “Queremos innovar con la tecnología y así ayudar al migrante a afrontar esta crisis que sufre al ser deportado “dijo Carolina Garcia de Busta-mente, recién nombrada directora del DIF municipal “esto reduce la ansiedad y permite a estas personas poder tomar decisiones más tranquilas sobre su situación migratoria, sobre todo si se acercan a los organismos de la sociedad civil que ya apoyan esta población con la estadía”.

    El programa, considerado piloto será monitoreado durante su primer año de operación y se espera que beneficie al menos a 18 mil migrantes en este periodo.

    Además de un apoyo importante para la tranquilidad de los miles de migrantes deportados, este programa significa un ahorro significativo de recursos para las ong’s dedicadas a su cuidado.

    Tan sólo en la Casa Migrante, el padre Kendzierski estima un ahorro de 4 mil pesos mensuales en servicio de teléfono, es decir 48 mil pesos anuales.

    “Acabo yo de comprar 13 mil pesos (equivalentes a mil dólares) en tarjetas de teléfono para los migrantes” dice el padre, “pero ahora estas sólo serán usadas para las llamadas de teléfono dentro de México, porque el servicio todavía no incluye las llamadas nacionales, pero con la mayoría de los migrantes deportados es un gran paso y nos permite usar esos recursos para darles un mejor servicio”.