Margarita Díaz salvando las playas locales con limpieza
Las fronteras humanas no tienen mayor relevancia para el aire, la tierra o el agua, algo entendido bien por los activistas ambientales, que desde hace al menos una década han colaborado de manera cercana con sus contrapartes en Tijuana-San Diego en búsqueda de la justicia ambiental que merecemos todos.
Esta ha sido exactamente la filosofía de Diaz, tijuanense directora del Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, una organización de Tijuana que busca la limpieza de las costas y la educación de la comunidad en materia ambiental.
“Mi amor y respeto por el mar nace en mi infancia la cual viví en Acapulco, crecí en contacto con el mar. Pero también escuchaba a los adultos expresarse con tristeza como ese tan bello lugar estaba siendo destruido. Hablaban de las especies que ahí habitaban y que habían desaparecido, como tortugas, leopardos, venados por mencionar algunos” relata Díaz.
Al estudiar arquitectura, Díaz dejo atrás la idea de que la destrucción de la naturaleza era algo que inevitablemente pasaba cuando una ciudad se desarrollaba y lucho en contra de una cultura poco conciente del medio ambiente en la arquitectura.
“Luego de mucho luchar… por fin me aceptaron como tesis una pro-puesta de un condomino horizontal de 350 casas en la Culiacán, Sinaloa, donde integre conceptos de energías renovables, arquitectura bioclimática y tecnologías alternativas de construcción” relata Díaz de sus años universitarios, “Muchos se preguntan por qué no ejerzo mi profesión y yo les respondo que estoy construyendo un mundo mejor”.
Luego de llegar a vivir a Playas de Tijuana, la búsqueda ecológica de Díaz, la llevó en 1993 en colaboración con Laura Silvan para consolidar el Proyecto Fronterizo de Educación Ambiental, del cual se convirtió en directora en el 2007.
Entre su trabajo permanente se encuentra recientemente el proyecto denominado SUMAR (Sociedad Unida por el Mar) con cuatro componentes básicos: Las campañas de limpieza de la playa; “Salvemos la Playa”, realizadas dos veces al año; el monitoreo de la calidad de aguas costeras y la lucha para lograr el acceso a la información; realización de talleres de Educación Ambiental y en un futuro, un centro de Acopio de basura con posibilidad de reciclaje.
Este año, San Diego Bay Keeper anuncia la premiación de Díaz como Campeona Comunitaria de Defensa de las Costas. El premio será entre-gado en la XIV conferencia anual del Océano, que se celebrará en San Diego el próximo 24 de octubre en el hotel US Grant.
Díaz es galardonada en relación a su labor de crear conciencia ecológica en la frontera y sumar las voluntades de muchos otros grupos comunitarios y empresas que se han interesado en la limpieza de la playa.
“Esto empezó porque vimos la necesidad de hacer prácticas sustentables, en otras palabras acciones concretas en nuestra comunidad, lo cual paradójicamente nos ha proyectado una vez más a política publica, educación y colaboraciones” explica Diaz.
Este trabajo inició en el 2000 en colaboración con SD Coastkeepers y un grupo de amigos; el primer año eran apenas 20 voluntarios a los que se les fueron sumando organizaciones como por ejemplo grupos scout, promotoras comunitarias, escuelas y negocios locales.
En la segunda campaña se decidió ponerle un nombre a este esfuerzo y se denominó: Proyecto Comunitario “Salvemos la Playa”. Al paso de 9 años y después de 18 campañas ¿Cuál es el resultado? Una comunidad que responde a un llamado a la justicia ambiental, que en 18 años han logrado unir 13,500 voluntarios retirando un total de 44 toneladas de basura.
Esta última campaña, realizada el 21 de septiembre fueron 50 instituciones que convocaron al evento al que acudieron 7 mil personas quienes estuvieron realizando actividades culturales, educativas y deportivas ecotalleres; torneo de Voleibol y Fútbol playero; concurso de castillos de arena.
“Este premio para mi es una gran distinción, el tener un reconocimiento por parte de organizaciones de las cuales he aprendido tanto y son un ejemplo, es muy importante” explica Díaz, “veo en el futuro la necesidad de continuar con nuestra misión que es: Propiciar procesos generadores de cambio hacia prácticas y políticas ambientales sustentables, basados en procesos efectivos de educación, el acceso a la información y participación ciudadana. Todavía hay mucho por hacer…”