No Vale la Pena
Me extraña que Tom Brady no haya seguido el consejo que Juan Gabriel dejó plasmado para la inmortalidad:
“Pero qué necesidad
Para qué tanto problema
No hay como la libertad de ser, de estar, de ir
De amar, de hacer, de hablar
De andar así sin penas”
De haber escuchado las palabras del ilustre cantautor mexicano, el mariscal de campo de los Patriots de Nueva Inglaterra se hubiera ahorrado fuertes dolores de cabeza.
Tom Brady no tiene ninguna necesidad de exponer su vida privada.
Tom Brady no tiene ninguna necesidad de exponer a sus hijos a críticas desalmadas.
Tom Brady no tienen ninguna necesidad de abrirnos las puertas de su mansión, pero lo hizo.
El quarterback, casado con la súper modelo Gisele Bundchen, se ha convertido en protagonista de una serie de televisión en donde desnuda su vida privada.
Decenas de cámaras, reflectores, directores, productores y operadores de video siguen paso a paso las incidencias de la familia Brady dentro de su castillo de Massachussets.
En el primer capitulo de la serie, se ve a Tom Brady entrar a la cocina de su mansión mientras su pequeña hija protagoniza un berrinche típico de una niña de su edad.
La actitud de la niña no pasó desapercibida y fue duramente criticada por un comentarista deportivo de radio de la ciudad de Boston.
“Es una berrinchuda inaguantable”, dijo el comunicador.
El comentario hacia su hija no le gustó nada al mariscal de campo, quien se quejó amarga y públicamente de las críticas hacia su pequeña.
En otro capítulo de la serie, se ve a Tom Brady siendo atendido por su masajista privado cuando de repente, su hijo de 11 años de edad, entra al cuarto.
Al verlo ingresar, Tom le pidió a su hijo que le de un beso en los labios, algo que el niño hizo rápidamente.
“Eso no fue un beso, eso solo fue un picotazo”, se quejó Tom.
Ante el reproche, el menor volvió a acercarse a su padre y esta vez le plantó un beso en los labios que se extendió por varios segundos.
Por supuesto que la escena incendió las redes sociales y una avalancha de críticas terminó por aplastar al mariscal de campo y a su hijo.
Tom y Gisele siempre se han caracterizado por proteger su intimidad familiar por lo que no acabo de comprender la razón que los ha llevado a exponer de esta manera a sus hijos.
En poco tiempo, los pequeños de Brady se han convertido en blanco predilecto de aquellos que gustan destilar comentarios soeces y críticas venenosas.
“Pero qué necesidad”, digo yo.