Opinión: Tenía que Ser El Chavo
La inconsciencia es sinónimo de incongruencia, de incoherencia, de estupidez.
Es muy peligroso exponer de manera pública la incapacidad que tienes para medir las consecuencias de tus actos.
Poner a tu familia en riesgo por el solo hecho de presumirle al mundo tu riqueza excesiva es un acto incoherente y estúpido.
Lo que hizo Julio César Chávez Jr. fue un error que le podría costar un precio muy alto, un precio que ni todo el dinero del mundo pudiera compensar.
El hijo de la leyenda mexicana del boxeo se convirtió la semana pasada en blanco directo del crimen organizado que obtiene sus recursos operativos a través del robo y el secuestro.
En un video que publicó en sus redes sociales, Chávez Jr. se veía sonriente y feliz contacto gruesos fajos de dólares.
En mayo pasado, Chávez Jr. cobró la bolsa más grande de su carrera tras el enfrentamiento que sostuvo en contra de Saúl “Canelo” Álvarez.
Desgraciadamente, Chávez Jr. no tiene nada más que presumir que el dinero que ha ganado.
Como boxeador es mediocre, como profesional es infame, como padre y esposo es irresponsable.
Al publicar las escenas en donde se regodea con cientos de miles de dólares apilados en un escritorio, Chávez Jr. abrió el feroz apetito de los malhechores que tienen a México sumido en una grave crisis de inseguridad.
¿Ya se le olvidó a Chávez Jr. que apenas hace dos meses su tío paterno fue asesinado en el interior de su casa en Culiacán a manos de un delincuente que entró a robar el inmueble?
Floyd Mayweather suele publicar fotos y videos en donde se le ve tirando billetes al aire, durmiendo con paquetes de dólares o despilfarrando dinero en lujosos caprichos.
La diferencia es que las excentricidades que Mayweather comparte en sus redes sociales son parte de un plan de mercadotecnia bien concebido y bien ejecutado.
Además, Mayweather no corre el riesgo de que miembros su familia, o inclusive él mismo, sea secuestrado.
La situación social, económica y política de Estados Unidos es muy diferente a la que se vive en México.
Al contar dinero enfrente de los pobres, Chávez Jr. despertó la envidia y la codicia de aquellos que se ganan la vida agrediendo, asaltando, violando, robando y secuestrando.
Chávez Jr., junto a su esposa y su hija, pasa largas temporadas en territorio mexicano y la totalidad de su familia inmediata radica en Sinaloa, estado asolado por la violencia y el narcotráfico.
A partir del momento que publicó su video, Chávez Jr. se convirtió en el principal responsable de cualquier acto delictivo que rompa la paz y tranquilidad de su seres queridos.
Con su irresponsabilidad, Chávez Jr. abrió la puerta para que la desgracia entre a su casa.
Nunca ha sido un joven inteligente, nunca ha madurado como hombre, nunca ha mostrado una gran sagacidad mental, pero aún bajo esos parámetros, al publicar ese video, Chávez Jr. cometió una de las estupideces más grandes de su vida.