María García revisaba su teléfono compulsivamente, buscando una respuesta a la incertidumbre que le presionaba.

“Dicen que no cerraron por (la garita de Otay), pero no hay camiones que me lleven para allá y nadie sabe cuando van a abrir la salida de aquí (en San Ysidro)”, dijo García, quien cruzó de Tijuana a Estados Unidos para aprovechar las ofertas en un centro comercial aledaño a la frontera. “Ni se que hacer”.

García fue una de cientos de personas quienes se vieron varadas en San Ysidro temporalmente luego de que autoridades estadounidenses clausuraron actividades en las garitas peatonales y vehiculares de San Ysidro en ambas direcciones, esto el pasado domingo.

El cierre se dio luego de que un grupo de refugiados de la caravana en Tijuana marchó hacia el cruce peatonal El Chaparral, del lado mexicano. De este grupo, se desprendió una minoría de integrantes, quienes corrieron hacia el lado estadounidense de la frontera, incitando una respuesta hostil por parte de agentes de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés).

El cierre de las garitas a las 11:30 a.m. dejó confundidos a muchos residentes fronterizos quienes no se habían enterado del motivo del cierre.

Los planes de Jorge Olvera, quien trabaja en el área, de estar en casa luego de salir del trabajo se vieron frustrados ante el cierre de operaciones en la salida peatonal a Tijuana.

“No se que chingados pasó para que cierren”, dijo. “No se si los de la caravana ya se brincaron la barda o si de plano los migras ya cerraron la línea como decía la gente entre semana pero esto vale madre”, dijo Olvera.

Otros, como Ramón, quien pidió ser identificado solamente por su nombre, y su esposa prefirieron regresar con familiares en lugar de esperar el reinicio de operaciones aduaneras.

“Vamos a ver dónde nos puede recoger mi hija para regresarnos a su casa, no tiene caso estar aquí esperando si no van a abrir la línea en un ratito,” afirmó Ramón, quien pasó el fin de semana de Acción de Gracias en Chula Vista con la familia de su hija mayor.

Durante la espera, estos fronterizos no tenían opción más que esperar en las aceras aledañas al cruce fronterizo. Al final de San Ysidro Boulevard se acumularon grandes grupos de personas quienes sólo podían esperar el reanude de operaciones.

A lo largo de ambos puentes que conectan las zonas este y oeste de San Ysidro, muchos apreciaban lo vacío de las usualmente pletóricas autopistas que conectan a San Diego con los cruces fronterizos vehiculares.

“¿Cuando has visto que no haya carros ni pasen carros por aquí? Está bien raro, ¿no?” dijo Perla López, quien también visitó San Ysidro para ir de compras.

A las 3:45 p.m., más de cuatro horas después, reiniciaron las operaciones de los dos puertos de ingreso peatonales en ambas direcciones, poniéndole fin al limbo de estos tijuanenses quienes se vieron varados momentáneamente.

A las 5 p.m. se reabrió la salida vehicular hacia México y cruce con dirección norte se abrió minutos después.