La respuesta a la pregunta te sorprenderá, pero para eso, lo primero que debo hacer es formularte el cuestionamiento.

¿Cuál es el deporte que ha causado más muertes entre los atletas que lo practican?

Si piensas la respuesta, es probable que tu mente comience a recrear los descomunales golpes que un boxeador recibe arriba de un cuadrilátero, el choque de un bólido de Fórmula Uno que se rompe en mil pedazos o los monstruosos impactos que se dan los jugadores de fútbol americano.

Los deportes que acabo de señalar son particularmente riesgosos para aquellos que los practican.
Eso de estar recibiendo trancazos en la cabeza por 12 rounds sin ningún tipo de protección hace vulnerable a cualquier ser humano.

Si un boxeador me propinara un golpe de ese calibre, sería con toda seguridad, mi despedida de éste mundo terrenal.

Los pilotos de Fórmula Uno son unos verdaderos suicidas del volante.

Correr un auto a 200 millas por hora significa que cualquier pestañeo por parte del conductor se puede convertir en un accidente fatal.

Ni pensar en utilizar el celular para saludar a la novia mientras manejas una de esas impresionantes y bellas piezas de la tecnología moderna.

Los jugadores de fútbol americano son grandes atletas, pero el sentido común no es el más común de sus sentidos.
Pocos humanos en este planeta aguantarían la tacleada de un tipo corriendo a toda velocidad, cuya estatura es de 6 pies y 5 pulgadas y 300 libras de peso.

Recibir uno de esos golpes equivale, por lo menos para mí, a ser aplastado por un tanque de guerra.
A esta altura de la columna, es posible que ya tengas clara la respuesta a la pregunta con la que abrí este comentario, pero te aconsejo que no te precipites en contestar.

La semana pasada recibí en la redacción una noticia que pasó casi inadvertida.

El británico Nicky Hayden, de 35 años de edad, murió al estrellar su bicicleta en contra de un automóvil .

Hayden, quien era piloto profesional de motociclismo, perdió la vida en Cesena, Italia, debido a las lesiones que sufrió en el accidente.

En Europa, el ciclismo es un deporte que levanta gran pasión y Hayden amaba el ciclismo al igual que disfrutaba el motociclismo.

El accidente de Hayden me llevó a hacer una reflexión y una investigación.

¿Qué deporte ha cobrado más vidas mientras los atletas lo practican?
¿Sabías, por ejemplo, que ningún beisbolista ha muerto durante un juego?

El incidente más cercano a esto es el de Ray Chapman, quien en 1922 recibió un bolazo en la cabeza.

El jugador de los Indios de Cleveland murió al día siguiente en el hospital.

La NFL registra en sus anales tres muertes de jugadores en el terreno de juego.

En 1960 Howard Green de los Titanes de Nueva York, recibió un golpe que le rompió la espina dorsal y quedó tendido en el terreno de juego.

En 1971 Chuck Hughes de los Leones de Detroit, sufrió un ataque al corazón durante un partido.
En 2005 Thomas Herrion de los 49’ers de San Francisco, sufrió un colapso durante un juego de pretemporada y falleció en el emparrillado.

El boxeo, tan criticado por muchos por la violencia cruda de dos hombres golpeándose hasta que uno de ellos caiga conmocionado, ha registrado 17 muertes arriba del ring.

El primer deceso registrado se remonta a 1833 y el último al 2008.

Dentro de las carreras de Fórmula Uno se han registrado 47 muertes de pilotos en las pistas.

El futbol soccer no es percibido como un deporte que ponga en riesgo la vida de los jugadores pero la FIFA contabiliza 79 muertes de profesionales que han caído fulminados en la cancha.

El ciclismo competitivo, de 1890 a la fecha, ha perdido a 92 atletas en plena competencia.
Ahí tienes la respuesta a la pregunta que inició esta historia.

Aunque parezca increíble y difícil de creer, el ciclismo es el deporte más peligroso del mundo.