Originario de Jalisco, Luis Barragán (1902-1988), fue uno de los arquitectos mexicanos más importantes del Siglo XX y el único mexicano en obtener el Premio Pritzker, equivalente al Premio Nobel en Arquitectura.

El Museo de Arte de San Diego en Balboa Park será la sede en donde el conferencista Gregorio Luke llevará a cabo la charla sobre Barragán, quien a la fecha es considerado el arquitecto más importante de la historia moderna de México.

‘‘Leí textos de Barragán que me impresionaron y conmovieron muchísimo, sobre la arquitectura y temas más allá de los espacios, en donde propone una nueva forma de vida”, comentó Gregorio Luke en entrevista para La Prensa San Diego. “Barragán nos propone crear espacios para pensar, para meditar, para admirar. Él utiliza el color vivo en sus obras, los rosas, los azules, pero no de manera excesiva, él trata de crear nuevos espacios a partir de sus vivencias y recuerdos. Tiene toda una serie de edificios y casas que nos generan una sensación de paz”.

En 1980, año en que recibió el mayor reconocimiento a la labor de la arquitectura, Barragán pronunció en su discurso ‘‘Ojos Que Nada Ven, Almas Que Nada Esperan’’, citando a Carlos Pellicer, afirmando que en la arquitectura hay siempre un espacio para la nostalgia, y su natal Mazamitla, Jalisco es prueba fiel de ello.

‘‘Es esencial al arquitecto saber ver. Quiero decir, ver de manera que no se sobreponga el análisis puramente racional’’, señaló Barragán en su discurso durante la ceremonia de entrega del Premio Pritzker.

Ver con inocencia y mantener curiosos los sentidos no sólo forma parte de la filosofía de Barragán. Ésta integra también el quehacer cultural de Gregorio Luke, quien ha presentado más de mil conferencias y seminarios en Estados Unidos, Europa, China, Australia y América Latina, en temas de Historia, Arte y Cultura de México.

‘‘Vivimos en una época en donde yo a veces siento que nos estamos muriendo de sed en la mitad de un oasis. La información nunca ha sido tan accesible como ahora y sin curiosidad, no hay nada. Yo veo la cultura como algo amplio, interesante, y mi trabajo es ese, abrir ventanas y puertas’’, compartió Luke en entrevista.

Gregorio Luke, hijo de la más destacada coreógrafa de danza en México y quien fue directora del Ballet de Danza Contemporánea de la UNAM, Gloria Contreras, creció rodeado de arte, lo cual fomentó su entrega por la difusión de la cultura.

“Desde hace diez años, me he dedicado a dar conferencias todos los días y a tratar de ser alguien digno de la labor que hizo mi madre, en una forma muy distinta que ella, pero con la misma intención, difundir la cultura, hacerla accesible y trabajar para el pueblo, en un sentido real; mi madre es mi gran amiga, veo su retrato todos los días en donde se ve radiante, sonriendo, llena de luz, y es para mí una inspiración. Es un ejemplo de creatividad, de ética y dedicación”, añadió Luke.

“Gregorio Luke da las lecciones más extraordinarias que se pueden ver en el mundo’’, declaró Elena Poniatowska hace unos años; y es que la pasión con la que transmite y comparte en sus conferencias sobre los grandes artistas de México merece un amplio reconocimiento.

Luke ha sido también director del Museo de Arte Latinoamericano en Long Beach, California; agregado cultural en el Consulado General de México en Los Ángeles y Primer Secretario de la Embajada de México en Washington D.C.

“Hace diez años sentí que debía tomar una decisión, quedarme en el museo o dedicarme a dar conferencias. Parecía una decisión muy aventurada, pero afortunadamente tuve ese momento de lucidez y valor para decir ‘esto es para lo que yo nací’”, señaló Luke.

“Para Barragán toda arquitectura que no promoviera la serenidad era un error. A él no le gustaban esos espacios recargados, le gustaba simplicidad, los techos altos y sobre todo, la convivencia con la naturaleza”, menciona Luke.

La Casa Luis Barragán, construida en 1948, representa una de las obras arquitectónicas contemporáneas de mayor trascendencia en el contexto internacional, como lo ha reconocido la UNESCO al incluirla, en 2004 en su lista de Patrimonio Mundial. Es el único inmueble individual en América Latina que ha logrado tal distinción y permanece como uno de los sitios más visitados en la Ciudad de México por los arquitectos y los conocedores del arte de todo el mundo.

Luis Barragán murió en noviembre de 1988 en su casa de Tacubaya, en la Ciudad de México. Sus restos se trasladaron a la Rotonda de los Jaliscienses Ilustres en la ciudad de Guadalajara. Posteriormente, una cuarta parte de los restos cremados del cuerpo de Barragán fueron tomados por la artista Jill Magid, quien a cambio de devolver el archivo de la obra de Luis Barragán a México, ofreció a Federica Zanco, propietaria y archivista de la Barragan Foundation en Suiza, un anillo con un diamante de dos quilates producido con las cenizas del arquitecto, acción controversial y mayormente desaprobada por la comunidad artística y cultural.

La charla “Luis Barragán: A Legend in Modern Mexican Architecture” se llevará a cabo el próximo viernes 23 de junio a las 6 de tarde en el Auditorio Copley del Museo de Arte de San Diego. Los boletos están disponibles en sdmart.org y directamente en el Museo.

Los precios varían entre los 12 dólares para público en general, 10 dólares para miembros del Latin American Arts Council (LAAC) y 5 dólares para estudiantes.

El Museo de Arte de San Diego se localiza en 1450 El Prado, dentro de Balboa Park, en la ciudad de San Diego.