Raíz del fenómeno migratorio
La migración de un país a otro se da por diferentes motivos. Puede ser por cuestiones políticas o económicas. Los fenómenos naturales, como un terremoto, una inundación o la erupción de un volcán, pueden ser también elementos que afectan el movimiento de personas de un lado para el otro.
La migración puede también tener principios en un evento deportivo, como el Mundial de Sudáfrica o los juegos olímpicos, aunque este tipo de movimientos poblacionales son temporales. Es decir, la gente visita a un país y luego vuelve a sus tierras de origen. Son raros los que visitan y se quedan.
Académicamente a los movimientos migratorios se los entiende a través de dos causas: Por el efecto de “succión” o por el efecto de “empuje”. En Inglés simplemente se les llama “Push and Pull effects”.
Dentro de este concepto de Empuje podemos mencionar a la Revolución Mexicana de la segunda década del Siglo XX. Las políticas económicas liberales de varios gobiernos mexicanos, especialmente la de Porfirio Díaz, el cual se fincaron en un desarrollo que beneficio a las elites económicas, fragmentaron el tejido social mexicano, aumentando la brecha entre los ricos y los pobres.
Como resultado del desequilibrio económico y político, los oprimidos se levantaron y generaron uno de los periodos más convulsivos de la era republicana de México.
Miles de persona buscaron alternativas de paz y de esperanza, y se internaron en tierras norteamericanas, creando un proceso migratorio raras veces vista en la historia mexicana.
Por otra parte, la migración debido al efecto de Empuje está centrada en el país donde se dirige el fenómeno migratorio.
Durante la Segunda Guerra Mundial, la población norteamericana se redujo debido al conflicto militar en Europa. Muchos norte-americanos (hombres) en edad militar tuvieron que presentarse a los centros de reclutamiento para tomar parte en la guerra.
Un porcentaje altísimo se dirigió hacia Europa, otro tanto fue enviado a Asia para batallar contra las fuerzas japonesas, y un porcentaje pequeño fue dispersado a otros centros militares del mundo.
La concentración de soldados en la zona de conflicto, disminuyó notablemente la mano de obra en Estados Unidos. Entonces el gobierno norteamericano buscó un aliado para solucionar el problema laboral.
Así, su similar de México se prestó para firmar un acuerdo conocido como el Programa Bracero. Estados Unidos se suministró de una multitud de trabajadores que se dedicaran, específicamente, al trabajo agrario.
Miles de mexicanos cruzaron el otro lado de la frontera por vías legales para dar cumplimiento el pacto entre estos dos países, aumentando el número de inmigrantes en Estados Unidos.
Recientemente el fenómeno migratorio hacia tierras norteamericanas tiene el mismo condimento de Revolución Mexicana y la Segunda Guerra Mundial.
Sin embargo, hay que anotar que las políticas neoliberales de gobiernos tecnocráticos en México aumentaron el flujo migratorio hacia Estados Unidos. Asimismo, la narco-guerra en México está afectando a muchas familias y está presionando a que busquen otras alternativas de vida en otros países, concretamente Estados Unidos.
Las leyes antiemigrantes que tratan de reducir el número de inmigrantes, no pueden tener un efecto sólido si es que no se cura, de fondo, los problemas del Efecto Succión y de Empuje.
Por eso la Ley de Arizona es una “curita” a un problema serio que requiere un “operación” minuciosa.