Retrocediendo en México
En el Siglo XXI, estoy sorprendido que hemos retrocedido en temas de salud pública y equidad de género. El Congreso Local de Querétaro aprobó la Ley Antiaborto el 1 de septiembre de 2009 con 21 votos a favor de los 25 Diputados Locales. Con esta decisión ya suman 15 estados que en un año se han pronunciado a no despenalizar la interrupción del embarazo dentro de las primeras 12 semanas. Es más grave que son hombres quienes deciden impulsar estas leyes principalmente utilizando argumentos morales y religiosos para justificar su decisión.
Un legislador no debe gobernar o decidir bajo argumentos morales o religiosos porque vivimos en un Estado laico; por eso, el Presidente Benito Juárez separó la Iglesia del Estado. Aunque, si discutiéramos en términos de la religión católica, Santo Tomás de Aquino en sus escritos argumentaba que el feto no tiene alma sino hasta después de 90 días de su concepción.
Santo Tomás de Aquino vivió entre 1225 a 1274, fue canonizado en 1323 y nombrado Doctor de la Iglesia en 1567. Lo destacable es que es uno de los principales teólogos de la Iglesia Católica, Santo Tomás de Aquino escribió que para que un feto o materia tenga alma requiere llegar a una etapa de transformación o maduración, momento en el que Dios le asignaría una. El feto o materia adquieren esa madurez hasta el día 90, aunque empiezan a adquirir forma física después del día 40. Basándonos en los argumentos de uno de los principales Santos de la Iglesia Católica, podemos argumentar a favor de la despenalización del aborto en nuestro país que es mayoritariamente católico, pero no debemos defender nuestros puntos de vista basados en cuestiones morales o religiosas.
Los representantes deben legislar para las mayorías, pero defender a las minorías, ya que deben gobernar para todos. Estoy convencido que no hay personas a favor del aborto, más bien, hay personas que estamos en favor de que cada mujer tenga la oportunidad de decidir si aborta o no. Estoy de acuerdo con la Academia Mexicana de Ciencias (AMC) al advertir que las medidas referentes a no aprobar la despenalización del aborto antes de la semana 12 van en retroceso. Somos un Estado laico donde defendemos los derechos humanos de la mujer, pero tal parece que les estamos quitando su libertad al decidir sobre su vida.
En 1999, en el Estado de Baja California, a Paulina, una niña de 13 años de edad, la violaron y le negaron la opción de abortar, no la dejaron decidir sobre su vida. Una niña de sólo 13 años fue obligada por el Estado a tener un hijo, sin recibir ningún apoyo económico, sólo consejos. ¿Quién pagó los pañales, quién se hizo responsable de los alimentos, quién se hizo responsable de la educación? ¡El Estado de Baja California NO!
Hoy en día hay temas más importantes para la población en general que estar prohibiéndole a la mujer decidir sobre su cuerpo. Tal es el caso de buscar una solución a la crisis económica que enfrentamos como país o un sistema universal de salud de calidad para todos o el sistema de pensiones. La situación económica de una mujer está dentro las cuatro principales razones por las cuales las mujeres deciden abortar. De acuerdo con los resultados de la encuesta realizada por el Grupo de Información en Reproducción Elegida, A.C. (GIRE) dirigido por Marta Lamas, en el 2008, a un grupo de mujeres que han abortado, las razones son las siguientes: 34 por ciento por que no tenían pensado tener un hijo; 34 por ciento por razones económicas; 12 por ciento por que no podían darles una mejor educación a sus hijos y 12 por ciento por problemas conyugales. A diferencia de lo que muchos piensan, las mujeres que abortan no son en su mayoría adolescentes.
Dos datos interesantes de la encuesta a mujeres que han abortado en México son: 69 por ciento ya tenían un hijo o más (no era su primer embarazo) y 82 por ciento son mayores de edad. Esto refleja que en su mayoría no eran unas niñas irresponsables que estaban experimentando como muchas personas tratan de generalizar.
Los cabildos tienen la responsabilidad de investigar este tema y tomar una decisión con bases científicas, si no, ellos serán los irresponsables. Yo espero que los cabildos del Estado de Querétaro reflexionen y no aprueben en dos terceras partes la iniciativa del Congreso Local de Querétaro. Una de las razones es que, como hombres, no podemos decidir por la mujer. Nosotros no pasamos lo que ellas y, en realidad, la vida de una mujer cambia y el hombre puede estar allí o no. El Artículo 4to de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos dice: “El derecho de toda persona a decidir de manera libre, responsable e informada sobre el número y espaciamiento de sus hijos”.
Debemos reflexionar nuestra postura y las razones; estoy convencido que cada mujer debe tener la oportunidad de decidir si interrumpe su embarazo antes de que se cumplan las 12 semanas de gestación, sin tener el temor de que pueden haber consecuencias legales negativas. Debemos disminuir los abortos clandestinos y regular una práctica que se da y se seguirá dando, estemos de acuerdo o no. Reflexionemos sobre el siguiente dato: antes de que se despenalizara la interrupción del embarazo, se estimaba que 21 por ciento de las mujeres habían tenido un aborto clandestino. ¿Cuáles son las consecuencias de salud? ¿Por qué tomaron esta decisión? No retrocedamos como país, mejor enfoquémonos en los temas trascendentales como la situación económica, empleo, educación, competitividad, salud, cultura, investigación, entre otros tantos temas. Los gobernantes deberían enfocarse en la asignación de mayores recursos económicos para programas preventivos de salud, como pueden ser: métodos anticonceptivos, educación sobre el uso del condón, información y prevención de VIH/SIDA, la píldora del día después, entre otros.