Una coalición de asociaciones civiles demandó esta semana a los gobiernos tanto de México como Estados Unidos que se cumpla con sus obligaciones bajo tratados de asilo político en vísperas de lo que podría ser, el arribo de otra caravana de inmigrantes centroamericanos a la frontera.

Durante dos días, el grupo realizó una serie de movilizaciones en distintos puntos del condado de San Diego en solidaridad con inmigrantes que salieron de su país huyendo de las condiciones de pobreza y violencia extrema que los aqueja.

Miembros de la coalición hicieron un llamado al respeto del derecho de los inmigrantes a solicitar refugio a Estados Unidos, así como que se agilice el proceso en los puertos de entrada al país para que reciban las peticiones de asilo.

En más de una ocasión, autoridades de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) han señalado que las garitas se encuentran a capacidad por lo que inmigrantes deben esperar hasta dos meses para ser atendidos por un oficial.

Pero la situación podría agudizarse, dado que otras multitudinarias caravanas han partido de Honduras en dirección a los Estados Unidos, advirtieron activistas.

“Aunque muchos de ellos supuestamente se van a quedar en México, es muy probable que también busquen otras oportunidades para ingresar a Estados Unidos”, consideró Pedro Ríos, director del Comité de Amigos Americanos en San Diego.

Por ello y tomando en cuenta lo acontecido con la caravana que llegó a finales del año pasado, se hizo un llamado a los dos gobiernos para resguardar a estos grupos vulnerables.

“Creo que fallaron en reconocer la gran cantidad de personas que iban migrando que iban a necesitar una respuesta organizada, entre los diferentes niveles de gobierno en el caso de México y por parte de Estados Unidos, que realmente no les preocupó esas necesidades humanitarias que requerían una respuesta inmediata”, agregó Ríos.

Activistas y miembros de la comunidad, iniciaron su recorrido a las afueras del Consulado General de México en San Diego para después partir hacia las oficinas locales de CBP como de la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE). En el trayecto, mostraron su rechazo al discurso planteado por el presidente Donald Trump de que hay “una crisis de seguridad en la frontera”, en su insistencia por construir un nuevo muro fronterizo.

“(Trump) pretende construir el muro de la vergüenza, que significa la división de nuestros pueblos”, criticó Antonio Arizaga, vicepresidente de la Alianza Internacional de Migrantes. “No se puede negar el asilo a nuestros refugiados centroamericanos”, enfatizó.

La Secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen adelantó que monitorean el trayecto de la caravana que recién tomó forma en la frontera de Honduras y que se dirige hacia Estados Unidos. “Para ser claros, el participar en una caravana no les brinda un estatus o tratamiento especial”, advirtió la funcionaria a través de su cuenta de Twitter.