Ya es Hora de Meterle Presión
Cuando la comodidad se convierte en la tumba de tus sueños quiere decir que ha llegado la hora de despedirte.
Cuando ya no sientes hambre, cuando la pasión ha dejado de correr por tus venas, cuando la derrota se convierte en una rutina, es mejor marcharse y cerrar la puerta para siempre.
Ricardo Ferretti ya no siente, ya no vibra, ya no lucha por ser el mejor, por ser el más grande, por ser el campeón.
El técnico de Tigres ya cayó en el conformismo, en la rutina aburrida que conlleva 27 años de estar haciendo lo mismo.
La eliminación temprana de la Liguilla del Torneo Apertura 2018 no le molestó, no lo incomodó, no le importó.
Ferretti está muy tranquilo en un puesto que le paga cientos de miles de dólares al mes, cumpla o no con los objetivos trazados.
A sus 63 años de edad, el estratega de origen brasileño ya solo está esperando que alguien le diga al oido y en secreto que es tiempo de retirarse.
Con una nómina de 69 millones de dólares, la más alta del futbol mexicano, y una de las más altas en todo el continente, Ferretti debería de mostrar por lo menos un poco de vergüenza profesional.
El entrenador de Tigres es un burgués aburrido que le ha transmitido a sus jugadores apatía, desidia e indiferencia.
Tras el enorme fracaso del torneo pasado, la directiva del equipo felino debió haberse pronunciado de manera pública y frontal en contra de la actitud tomada por su entrenador.
Los altos ejecutivos de Tigres debieron fustigar el mal trabajo realizado por su técnico para de esa manera hacerle saber que a partir de ese momento su trabajo sería evaluado de una manera mucho más severa.
Ferretti va a cumplir nueve años al frente de Tigres y ese ha sido tiempo suficiente para que el brasileño haya podido secuestrar al equipo que representa a la Universidad Autónoma de Nuevo León.
A base a gritos, groserías y manoteos, el bigotón ha establecido un régimen de terror dentro de la institución.
Todo mundo dentro de Tigres sabe que Ferretti hace lo que quiere y que no existe ningún directivo con la personalidad de confrontarlo y exigirle.
Es evidente que los únicos que pueden liberar a Tigres del yugo impuesto por Ferretti son sus propios seguidores.
Las aficionados que llenan el estadio, los que compran las camisetas del equipo, los que gastan su dinero para pagar el salario del entrenador, ellos son los que deben de generar el cambio.
Los fanáticos de Tigres son los que deben exigirle a Ferretti un cambio radical de actitud, son los que deben presionar la salida del entrenador si este no les entrega títulos.
Si los Tigres no salen a pulverizar a su rivales, si no salen a dar espectáculo, si no ganan el título de campeón, el Torneo Clausura 2019 debería ser el último de Ferretti como técnico.
Ya basta de consentir a un hombre que dejado de soñar con la grandeza del triunfo y que se conforma con el anonimato de la derrota.