Asaltan a Migrantes de Caravana en Tijuana
Cientos de centroamericanos que buscan refugio en Tijuana mientras esperan su turno para cruzar a los Estados Unidos hoy enfrentan a la delincuencia que existe en el extremo norte de México.
La sorpresa llegó al albergue Caritas Tijuana, ubicado en el Cañón K de la colonia Patrimonial Benito Juárez, donde después de la 1 a.m. del domingo 6 de mayo, el miedo invadió a los cinco migrantes que se encontraban en una de las habitaciones del refugio.
Tres hombres originarios de El Salvador y dos de Guatemala fueron obligados por seis delincuentes a arrojarse al piso y entregar todos sus ahorros.
“A uno de ellos lo golpearon y lo arrastraron por el piso, entonces hicimos el reporte a la policía y vinieron para acá, pero ya había pasado el incidente”, aseguró Leticia Herrara Hernández, representante de Pro Amore en Tijuana y directora del albergue.
En el sitio, los refugiados fueron despojados de un total aproximado de 90 dólares, dinero que habían logrado ahorrar tras mucho esfuerzo y utilizaban para sobrevivir su viaje.
“Es una tristeza porque a mí me toca verlos, inclusive yo los acompaño a hacer sus envíos a Guatemala y El Salvador, que quieren mandar 500 pesos, 300 pesos, porque como dicen, dejamos a los niños allá, a la mamá, a la abuelita”, aseguró Leticia Herrara.
Del hecho no se registraron detenidos de forma inmediata y no pasaron ni 24 horas, cuando nuevamente los delincuentes atacaron el albergue, esta vez a gritos durante la madrugada y amenazaron a los migrantes, en el sitio colocaron un colchón en su puerta para después incendiarlo, la desesperación y el temor de los refugiados aseguran los coordinadores va en aumento.
“A ninguna persona es justo que lleguemos y le quitemos su tranquilidad, jamás nos imaginamos que iban a llegar a las dos de la mañana a un albergue y nos iban a asaltar, yo creo que ni en el chaparral hayan tenido esa inseguridad”, agregó Leticia Herrera.
El problema aseguran radica en la inseguridad de la zona e inició con pequeños robos a objetos que no dieron importancia, computadoras, parte del sistema para la llegada de agua caliente y ropa; sin embargo, los últimos hechos, generaron la exigencia de una unidad de la policía municipal, que desde el segundo incidente, resguarda por las noches el sitio.
Para los migrantes los asaltos se han convertido en parte de su vida, y aseguran hacen más difícil su integración a la vida cotidiana en la ciudad de Tijuana, Daniel Castillo, originario de Guatemala, contó en exclusiva para La Prensa San Diego como fue asaltado y apuñalado mientras regresaba de trabajar como artesano en las inmediaciones del bulevar 2000 en Tijuana.
“Iba caminando y se me aparece un hombre por atrás con un desarmador y me dice sácate la lana y el teléfono, y le dije dinero si traigo como 2 mil pesos, pero no traigo teléfono, y me dice, te lo sacas o te lo quito, y me apuñalo con el desarmador”, señaló Daniel Castillo, migrante quien llegó en diciembre del 2017 a Tijuana.
Dijo que fueron unos vecinos quienes lo llevaron al hospital, pero la cicatriz en su torso le recordará por siempre los riesgos del extremo norte de México.
Después de incidentes como estos, el albergue Caritas Tijuana hizo un llamado a la conciencia de la población general y la necesidad de entender la difícil situación por la que los migrantes que llegan a Tijuana pasan, ciudadanos que llegaron en busca de una vida digna y segura.