Cuando  el viernes salten a jugar el primer partido de su serie ante los Dodgers en Petco Park, los Padres tendrán en el montículo a la colección más efectiva de abridores en las Grandes Ligas.

Del 29 de abril a la fecha, la rotación de lanzadores de la escuadra de San Diego, tiene el mejor promedio de carreras limpias admitidas con un promedio de 2.66.

Ningún otro de los 30 equipos, tiene un mejor récord en ese lapso, que el de los Padres.

Tomando en cuenta el total de la temporada, los abridores de los Padres acumulan un promedio de carreras limpias admitidas de 3.93, el segundo mejor dentro de su división.

Solamente los lanzadores de los Dodgers, tienen un mejor promedio de anotaciones permitidas en la División Oeste, de la Liga Nacional con 3.64.

La fuerza y efectividad de los serpentineros de los Padres, se refleja de gran manera en el promedio de ponches que han recetado por cada nueve entradas.

En ese rubro, los lanzadores de San Diego tienen la quinta mejor marca de las Grandes Ligas, con 8.5 ponches por cada nueve innings.

Solamente los Cachorros de Chicago, Mets de Nueva York, Dodgers de Los Ángeles y Marineros de Seattle, están ligeramente arriba de los Padres en ese renglón.

El éxito de los lanzadores de San Diego, no es casualidad.

Desde que  Darren Balsley fue nombrado coach de pitcheo del equipo en la temporada 2003, los Padres han tenido uno de los mejores cuerpos de serpentineros en las Grandes Ligas.

Balsley es un hombre totalmente identificado con San Diego, tras haber cursado la preparatoria en Mt. Carmel High School y cursado al universidad en Palomar College.

A sus 52 años de edad, Balsley es el coach que más tiempo tiene dentro de la organización de los Padres.