Los Chargers abren el domingo lo que podría ser su última temporada en San Diego.

Mientras se espera que los residentes de la ciudad otorguen el respaldo que necesita en la votaciones de Noviembre para construir un nuevo estadio, la escuadra sandieguina se declaró lista para visitar a los Chiefs de Kansas City.

El equipo sabe que necesita comenzar fuerte la temporada para que sus triunfos en el terreno de juego se trasladen en votos favorables en las urnas.

De no obtener el consenso ciudadano para construir un nuevo estadio, los Chargers estarían pensando seriamente en mudarse a Los Ángeles la próxima temporada.

“Cada quien debemos hacer nuestro trabajo, nosotros debemos de preocuparnos por ganar partidos independientemente de cuales otras circunstancias son las que rodean a la franquicia”, dijo el mariscal de campo de los Chargers Philip Rivers.

El jefe de la ofensiva sandieguina llega al primer partido de la temporada con la intención de mantener el buen paso que tuvo el año pasado al sumar 4,792 yardas y 29 pases de anotación.

En el partido ante los Chiefs, Rivers estará abriendo su temporada número 13 dentro de la NFL.

“Philip es uno de los mejores jugadores en su posición”, dijo el entrenador en jefe de los Chargers Mike McCoy.

“Con su experiencia y liderazgo, Philip hace que todos los jugadores a su alrededor sean mejores en todos los aspectos”, comentó el estratega de San Diego.

La temporada pasada fue pésima para los Chargers, al terminar  con una marca de cuatro triunfos y 12 derrotas.

Las cosas para este año deben cambiar con el retorno de Ken Whisenhunt como coordinador ofensivo del equipo después de que estuvo una temporada y media como entrenador en jefe de los Titanes de Tennessee.

Bajo el mando de Whisenhunt en la temporada 2013, Rivers tuvo grandes números y es por eso que las esperanzas de un buen funcionamiento ofensivo han regresado a San Diego.

“Tenemos un buen equipo. Todos aquí queremos demostrar que podemos ganar un buen número de partidos en esta liga”, dijo Rivers.