Consejos de salud para ti
Por: Dra. Ileana Ponce-González
U.S. Agency for Healthcare Research and Quality
Consejos para cuando tenga que acudir a la sala de emergencia
Generalmente nadie tiene planificado ir a la sala de emergencia por enfermedad o a causa de un accidente. Sin embargo, el estar preparado para este tipo de situación puede ayudarle a recibir una buena atención médica.
Las salas de emergencia atienden en promedio a más de 120 millones de pacientes al año y la mayoría dependen de historiales médicos de papel. Esto quiere decir que puede que el médico que lo va atender en la sala de emergencia no cuente con su información médica. Por lo tanto, a menos que usted se lo mencione a los médicos y enfermeras, ellos no tienen conocimiento de los medicamentos que toma o qué tipo de problemas médicos tiene. Además, aunque usted se encuentre alerta, lo más seguro es que puede que se le olvide información clave sobre su salud, tales como alergias a medicamentos y el tipo de sangre.
A continuación le presentamos una lista básica con información que debe tener disponible cuando acuda a la sala de emergencia:
• Condiciones médicas o enfermedades que padece, tales como enfermedades del corazón, diabetes, cirugías o tratamientos que haya recibido recientemente.
• Los medicamentos que toma, incluyendo los que tienen o no receta médica, medicamentos herbales y la dosis. Es esencial que el personal de la sala de emergencia conozca los medicamentos que toma y las cantidades, ya que ciertas interacciones entre medicamentos pueden ser mortales. Si tiene tiempo, traiga sus medicamentos en una bolsa, o mantenga una lista actualizada en su billetera con la dosis de cada uno. AHRQ ofrece un formato en línea que le ayudará a crear una tarjeta utilizando su computadora.
Para acceder al formato, visite http://www.ahrq.gov/qual/pillcard/pillcard.htm.
• Alergias o reacciones conocidas que tiene a medicamentos, comidas o látex (material que se utiliza en materiales médicos, incluyendo guantes y cinta adhesiva).
• Nombre y teléfono de su médico de cabecera u otros especialistas (tales como cardiólogo) que lo atienden. También tenga teléfonos de los familiares o amigos cercanos que puede que conozcan su historial médico, en caso que usted no pueda comunicarlo.
El estar preparado para una visita a la sala de emergencia también puede ahorrarle dinero, dependiendo del plan de seguro médico que tenga. Por eso, conozca y entienda bien su póliza de seguro médico. Algunos planes requieren que usted solicite autorización previa para poder atenderse en la sala de emergencia, excepto si se trata de una urgencia donde su vida corre peligro. Por esta razón, es importante que tenga a mano información completa y detallada. El mantener su información, ya sea escrita en un papel o de forma electrónica, como en su teléfono celular, puede ayudarle a recibir una atención médica segura y mejor, en caso de que se presente una emergencia médica.
También lleve consigo una tarjeta de identificación personal (como una licencia de manejar) y documento de directriz anticipada (advance directives, en inglés), en caso de tener uno. Estos son documentos legales que explican detalladamente cómo desea recibir atención médica, inclusive cuando su vida está llegando a su fin. Es importante mantener la información básica escrita a máquina o a mano en su billetera. Hoy día, más personas crean y mantienen actualizada su información médica personal. Esto puede ser de gran utilidad cuando son portátiles y fáciles de acceder. Existen varias opciones. Algunas le permiten mantener una copia o un resumen de su historial médico, medicamentos y alergias, en un lugar seguro, tal como una página web, almacenado en su computadora, en otros dispositivos electrónicos o en papel. También, mantenga informados a sus familiares sobre el lugar donde se encuentra la información, en caso de que usted no pueda accederla. Y por último, antes de regresar a casa y cuando le dan de alta, asegúrese de comprender las instrucciones que le dan en el hospital. Esto puede incluir instrucciones para citas de seguimiento o cambios de medicación.