El Estío
El verano es tiempo de entretenimiento y diversión. Todo toma un paso más calmado. La política no escapa este ciclo. Se calman las pasiones y los líderes departen a disfrutar el tiempo muerto en sus lugares favoritos.
Desafortunadamente, las realidades cotidianas continúan. Los soldados en Iraq y Afghanistan y los inmigrantes indocumentados tienen que trabajar bajo un sol agobiante, sin poder quitarse la ropa que los protege ni poder tomarse unas merecidas vacaciones en un elegante sitio de veraneo. Sus vidas puestas en peligro por políticas inauditas.
Tanto los soldados como los indocumentados comienzan un verano más sin esperanza de que sus entrelazados destinos vayan a cambiar. Los poderosos y los mercaderes de mitos y mentiras han logrado que nos olvidemos de las guerras y de los indocumentados. A ambos les es cada día más dificultoso defender los conflictos en Iraq y Afghanistan y se preparan para usar el tema de los indocumentados una vez más para distraer a la opinión pública. Este verano nos tienen que distraer también de la situación económica. Ellos se esconden detrás de la mantra “tenemos que apoyar a nuestras tropas” mientras usan la economía, la salud y el problema migratorio para evitar que las guerras sean el tema principal en el diálogo nacional. Olvidarse de las guerras es olvidarse de los soldados.
Los Republicanos se salieron con las suyas y las guerras no concluyeron durante el mandato del Presidente Bush. Ahora en el poder, los Demócratas hacen todo lo posible para que nos olvidemos de las guerras.
Lo triste de este asunto es que la guerra y la reforma migratoria son problemas nacionales y no partidistas. En ambos casos hay seres humanos que sufren, callan y mueren debido a la negligencia de los líderes de ambos partidos. Usar la reforma migratoria para sacar las guerras de la primera plana es criminal. Sacar las guerras de la primera plana es sacar de la luz pública el sacrificio de los soldados y sus familias. Las tropas merecen un apoyo real por su valor, su servicio y su patriotismo. Es de suprema hipocresía por parte de los poderosos y los mercaderes de mitos y mentiras esconder la realidad de las guerras detrás de la reforma migratoria.
A pesar de no estar en primera plana las guerras y las condiciones de violencia y destrucción continúan y aumentan. Mientras la administración se prepara para presentar otra reforma migratoria, los poderosos y los mercaderes de mitos y mentiras disfrutan del estío en zonas cálidas, en confortables sitios de veraneo o viajando para “buscar la verdad” o mejorar su CV político.
Este verano los soldados y los indocumentados continúan siendo utilizados como peones en un juego de dinero y poder. Nuestras tropas merecen nuestro apoyo real y total. Los indocumentados merecen que se les otorguen sus derechos humanos y se resuelva su situación.
uzal@msn.com) escribe desde West Palm Beach FL, sobre temas de interés para los hispanos parlantes.