El Gobierno debe hacer lo necesario para recuperar el empleo: Luis Maizel
A las personas que han resultado más afectadas por la crisis, Luis Maizel les recomienda cuidar el trabajo, mantener los gastos bajo control y hacer todo lo posible por reconstituir el crédito. Y para evitar futuros descalabros financieros: aprender del pasado, perseverancia, educación y prudencia.
El millonario presidente de LM Capital Group, LLC, considerado uno de los 100 hispanos más influyentes de los Estados Unidos, no sólo salió indemne de la crisis hipotecaria, sino que sus fondos de inversión han crecido en plena recesión. Su estrategia: no caer en la tentación de las inversiones de alto riesgo y sí, en cambio, apegarse a instrumentos conservadores como los bonos del Tesoro.
Luis Maizel es originario de la Ciudad de México, se graduó con mención honorífica como ingeniero industrial en la Universidad Autónoma de México y obtuvo un máster con los más altos honores en Harvard Business School. Reside en San Diego desde 1984. Desde su oficina de la calle B opera fondos por más de tres billones de dólares.
En una entrevista exclusiva para , Maizel hace un recuento de los daños provocados por el estallido de la burbuja hipotecaria y expresa su temor de que la crisis económica pudiera extenderse entre cinco y diez años más, si el gobierno no hace lo necesario para recuperar el empleo de millones de personas que fueron despedidas en los últimos dos años y que además han perdido su vivienda.
Opina que el gobierno del presidente Obama dejó ir la oportunidad de resolver estructuralmente el problema de la crisis. “Entró con un espíritu de cambio, consiguió el salvamento bancario pero no hizo lo necesario para crear empleos”.
“Si ya se iba a meter a un proceso de endeudamiento, debió haber incluido en ese esquema una serie de programas de infraestructura que proporcionaran empleo a cinco millones de estadounidenses que fueron despedidos. Pero no lo hizo.”
Maizel, un hombre de 60 años de edad cuyas opiniones son consultadas cotidianamente por inversionistas y políticos de alto nivel percibe el temor de la sociedad.
“Los estadounidenses, y en particular los de origen hispano que viven aquí, permanecen asustados: los fondos de pensión están a la mitad, las tasas de interés se desplomaron; cayó el consumo porque millones de personas se quedaron sin empleo… y este país depende de que todo el mundo esté gastando para generar empleos y servicios”
“Sin embargo, el gobierno no ha podido encontrar la fórmula para lograr que la economía se recupere y esto genera dudas. ¡Y la incertidumbre es lo peor!”
Pero la preocupación no es solamente de los desempleados. “Los que pudieron conservar su trabajo temen que sus ahorros disminuidos y sus ingresos no les alcancen para enviar a sus hijos a la universidad ni para poder retirarse dignamente”.
Explica que el trabajador promedio tiene ahorrados unos 67 mil dólares en el fondo de pensión 401K, cuyos dividendos calculados al 3 o 4 por ciento y sumados al cheque del seguro social resultan insuficientes para cubrir sus gastos cuando se retire a los 65 años.
“Estamos hablando de que la gente se verá obligada a vivir con dos mil dólares mensuales. Este temor, hace que los que pueden hacerlo estén ahorrando más que nunca lo cual, paradójicamente, resulta contraproducente porque al dejar de consumir afectan más a la economía”.
Maizel lamenta que la comunidad hispana sea una de las más afectadas por la crisis, en gran medida por el desconocimiento del sistema financiero y cultural de este país. Recomienda asimilarse a través de la educación académica y el aprendizaje de “las reglas del juego”.
No actuar correctamente tiene su costo. Por ejemplo, uno de cada dos nuevos negocios de capital hispano que se abre es restaurante, porque se piensa que es muy fácil operarlos. Pero los inversionistas pronto descubren que los requisitos legales son muy estrictos y el giro en sí es muy exigente respecto al tiempo que hay que dedicarle, a eso se debe que el 75 por ciento acaben cerrando en poco tiempo.
“Al final lo que hace un negocio es la cultura. Lo que en papel puede parecer un negocio rentable acaba siendo un fiasco si se pasa por alto el tema cultural”, dice Maizel, “quienes vienen a invertir a Estados Unidos deben ‘tropicalizarse’, nada garantiza que puedan importar el éxito que su empresa tiene en su lugar de origen”.
El empresario participó recientemente al lado de José Galicot en la realización del evento Tijuana Innovadora. Al respecto, considera que los objetivos del encuentro de tecnología y cultura deben plantearse a mediano y largo plazo pero que los esfuerzos deben ser permanentes.