Hablemos de sexo
LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Los Estados Unidos ostentan las más altas tasas de embarazos no planeados entre jóvenes adolescentes, un dato que debe preocuparnos especialmente, porque la comunidad hispana es la más afectada.
Una de cada tres adolescentes va a quedar embarazada al menos una vez antes de cumplir los 20 años, de acuerdo con cifras de la Campaña Nacional de Prevención de embarazos Juveniles no Planeados.
Pero si aun no se alarma le contaré que el 53 por ciento de las adolescentes latinas va a protagonizar un embarazo antes de llegar a sus veinte. El porcentaje de latinas supera ampliamente el de las jovencitas blancas no hispanas que no supera el 19 por ciento y aun el de las comunidades afroamericanas que llega al 51 por ciento.
Cerca de la mitad de los jóvenes adolescentes, sostienen o han sostenido relaciones sexuales y el cuarenta por ciento de ellos sin ningún tipo de preservativo, pero, por alguna razón, hay pocas cosas más difíciles para los padres de familia que hablar de sexo con sus hijos.
Muchos confían en la labor de la escuela, que para seguir alarmándonos, muchas veces no cumple su papel; por eso, hoy en día en pleno mundo globalizado jóvenes y adolescentes ignoran los más mínimos detalles de su fisonomía sexual, de la forma como funciona su sistema reproductivo y por supuesto cómo evitar un embarazo prematuro.
De acuerdo con Genevieve Martínez especialista en educación sobre salud sexual a ello se suma la generalizada falta de información adecuada entre los jóvenes que, además, muchas veces no tienen acceso a los anticonceptivos.
Si es cierto que los gobiernos deben generar políticas educativas eficientes, la labor debe iniciarse en casa.
¡Hablemos de sexo!
Nuestros jóvenes tienen el derecho de conocer sus opciones; pero esa es una conversación de dieciocho años, no de cinco minutos, para parafrasear a Molly Love, consejera juvenil que insiste en la importancia de transmitirle a nuestros hijos los valores que necesitan para triunfar en un ambiente de confianza y amor que los ayude a evolucionar comos eres humanos.
Hablar de sexo no es prohibir, sentenciar o vociferar que no se aceptan embarazos en la casa ni mucho menos ignorar las pilatunas de los varones porque entre más mujeres más machos, hablar de sexo es lograr que el primer amor de nuestros hijos sea el amor propio y que sean personas concientes de su sexualidad, de su capacidad reproductiva y de sus sueños para que puedan asumirlos con responsabilidad.