La Serie Mundial de este año enfrenta a dos equipos de un gran historial dentro de las Grandes Ligas.
Han pasado 69 años desde que los Indios de Cleveland ganaron un Clásico de Octubre, mientras que el ayuno ha sido de 108 años para Cachorros de Chicago.
A pesar de esa sequía de títulos, la grandeza de estas dos franquicias radica en la riqueza de su historia.
Los Indios representan un equipo muy especial ya que fue el club la que le abrió la puerta a Beto Ávila para convertirse en el primer mexicano en ganar un título de bateo en la Liga Americana.
El pelotero originario de Veracruz se llevó ese campeonato de bateo en 1954 con un promedio de .341 para vencer en ese renglón al mejor bateador de esa época, Ted Williams.
En esa misma temporada, los Indios de Cleveland disputaron la Serie Mundial ante los Gigantes de Nueva York y en esa ocasión Ávila se presentó como campeón de bateo de la Liga Americana mientras que el legendario Willie Mays lo hizo como el de la Liga Nacional.
La franquicia de Cleveland nació en 1901 con el sobrenombre de los Blues para después cambiar a los Broncos, después los Naps. En 1915, la escuadra de Ohio adopto el mote de Indios.

Gran Tradición
El club de Chicago es uno de los pilares que sostienen la historia de  las Grandes Ligas.
La franquicia nació en 1876 con el nombre de White Stockings, después el apodo cambió a Potros, luego a Orphans. Fue en 1903 que la novena de Wrigley Field se estableció como los Cachorros.
En 1916, los Cachorros impusieron el mejor récord en la historia de las Grandes Ligas con un récord de 116 triunfos por tan solo 36 derrotas.
Ningún equipo ha podido romper esa marca.
Por las filas de los Cachorros han pasado peloteros que se convirtieron en leyendas como Ernie Banks, Leo Durocher, y Andre Dawson, entre muchos otros.
En total, existen 13 peloteros y managers de los Cachorros en el Salón de la Fama, la cuarta franquicia con más representantes el en el museo de Cooperstown solo por detrás de los Yankees, los Gigantes y los Cardenales.