No debes tener dos amores, es muy complicado besar en dos bocas/ dos nombres, te causan errores,
y mucho he notado que uno se equivoca.

No debes tener dos auroras, si el sol cada día, no sale dos veces.

Conserva lo que más adores y si alguien más te ansía, no le perteneces.

Estas primeras estrofas de la canción “No Debes Tener Dos Amores”, un meloso éxito disquero de los 90´s, le quedan más que pintadas a Gerard Piqué.

El legendario defensa central del Fútbol Club Barcelona ha caído en el terrible error de abogar por la independencia de Cataluña y al mismo tiempo decir que ama a España.

Por muchos años, Piqué ha estado enarbolando la bandera independentista, situación que de manera natural se contrapone a la existencia del actual estado español.

El referéndum efectuado el primero de octubre, en el que residentes de Cataluña aprobaron separarse del resto de España, fue un acto concebido en la ilegalidad constitucional.

En caso de querer seguir en la lucha, los separatistas catalanes deben estar conscientes de que si están hartos de vivir en república, entonces deben estar dispuestos a ceder todos los derechos que España les ofrece.

Dentro de esos derechos se encuentran que el Barcelona pueda actuar dentro de la Liga Española y que Piqué pueda ser elegible para jugar con el equipo nacional.

Lo que no se vale es que Piqué respalde la separación de Cataluña y al mismo tiempo quiera ser parte de la selección del país al que quiere dividir.

Es tan obvia la hipocresía con la que Piqué se conduce, que en el seno de la selección española el divisionismo ha comenzado a resquebrajar el sustento estructural del equipo.

Ningún jugador con sentimientos de unidad republicana quiere a Piqué cerca de él.

Madridistas, valencianos y sevillanos que componen la selección desean que Piqué no vuelva a portar la camiseta y el escudo real de la Furia Roja.

La realidad de las cosas es que la gente se ha dado cuenta de la bajeza de Piqué, quien pretende tener a Cataluña como su esposa y a España como su amante.

No se puede tener el corazón en dos lados, no se puede decir que se ama de igual manera a dos entidades que históricamente han vivido en el encono.

Piqué quiere que Barcelona se independice, pero al mismo tiempo quiere que el resto de España lo cobije con mimos y abrazos.

Es imposible que Piqué pretenda quedarse con lo mejor de cada una de las situaciones.

Si fuera hombre de carácter y convicción, hace mucho que Piqué hubiera renunciado a jugar para la selección de España.

En su tierra natal, Piqué propone, respalda, fomenta y promueve la independencia de Cataluña.

Con la selección española, Piqué pide, recomienda, favorece y postula la unidad.

Solo un hipócrita es capaz de querer tener dos amores para poder besar en dos bocas.