Liberan a Haitianos de Centros de Detención
Nuevamente el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de los Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) modificó las normas para los más de 5,000 ciudadanos originarios de Haití, que llegaron a solicitar un permiso humanitario o asilo político en la Unión Americana.
La sobrepoblación en los centros de detención de California y Arizona, que supera los 41,000 ciudadanos, ya ha generado que las autoridades se vean obligadas a cambiar la estrategia que hasta la fecha, los había llevado a deportar hacía a Haití a más de doscientas personas huyendo de la difícil situación económica que se vive en ese país tras los estragos de un terremoto generado desde el año 2010.
“Esto lo veíamos venir y habíamos insistido al gobierno federal de que encarcelar a los desplazados haitianos no era la solución. Sencillamente no existen celdas suficientes en el país para detener a estas personas porque ellos tampoco tienen las condiciones para recibir a sus connacionales deportados, en una situación tan vulnerable que ahora es aún más complicada y nos preocupa muchísimo lo que vaya a suceder con el próximo gobierno”, señaló Christian Ramírez, miembro de la ONG Alliance San Diego.
En los albergues e iglesias de San Diego ya se comienzan a ver los resultados de ésta nueva medida, que ha traído consigo incrementos significativos de ciudadanos recién llegados de las fronteras con México.
“Hemos visto algunos cambios, porque han llegado más en los últimos días. Desafortunadamente, no tenemos suficiente espacio, así que los hemos canalizado con algunas organizaciones que están lidiando con esta situación en este momento,” aseguró Jean Elise Durandisse, pastor de origen haitiano en una iglesia de San Diego.
Las autoridades de inmigración estiman que más de 40,000 ciudadanos de origen haitiano y otras partes del mundo vienen en camino a la frontera de Baja California para solicitar refugio.
Haitianos como Fanfan Joseph, quien espera desde la ciudad de Rosarito una cita en enero con autoridades de inmigración, busca obtener un resultado positivo que le traiga una mejor calidad de vida a sus seis hijos, quienes le esperan en Haití.
“Yo era albañil en Brasil pero la crisis me trajo acá”, comparte Joseph. “El primer trabajo que yo consíga acá en México, o en Estados Unidos, será para darle un sustento mi familia, porque están sufriendo mucho en este momento”, aseguró Joseph.
Hoy el destino es incierto para los miles de ciudadanos haitianos que continúan varados en los centros de detención del condado de San Diego y el resto de la frontera, para quienes esperan desde el lado mexicano, e incluso quienes ya pisan suelo norteamericano.