En el presente Siglo XXI, y pese a los avances tecnológicos logrados al día, los mexicanos seguimos ofrendando a la muerte y a los muertos. Es cierto que en momentos nos angustiamos ante la perspectiva de morir como todo ser humano, Pero los mexicanos somos diferentes a otros pueblos, porque consideramos a la muerte como algo familiar y cotidiano; se juega con la muerte, se mofa de ella, se le forman y escriben corridos, canciones, chistes, cuentos, anécdotas e historias, también se le ridiculiza de mil maneras, se le ponen infinidad de nombres tales como la flaca, la huesuda, la calavera y la güera.

Y en cuanto al protocolo de las celebraciones, son múltiples y diversas. Por ejemplo, en algunos pueblos de las huastecas en los hogares se hornean unas galletitas de figuras diferentes a las que se les llaman chichiliques. En Michoacán, estado de fuertes tradiciones, se realizan gigantes ofrendas comunitarias, como el de la isla de Janitzio. En el Estado de México también hay otras costumbres especiales, como hacer una gran fogata en los panteones donce descansan los restos mortales de amigos y familiares. En los estados de la peninsula de Yucatan, se realiza una cena especial de antiguos platillos para el llamado Hanal Pixan, o Dia de Muertos en la lengua maya. Así podemos recorrer todo el país y en cada región o rincón encontramos diferencias mínimas o muy notables.

Ahora bien, en Tijuana esta tradición poco a poco ha ido fortaleciendo su tradición y costumbres. En las escuelas se disfrazan los niños de catrinas, se monta el altar de muertos, se presentan ofrendas florales y de otra naturaleza, se sirve un delicioso chocolate, acompañado con pan de muerto.

En las instituciones de arte y cultura de todos los niveles, se ponen las pilas y crean grandes altares, ofrendas para hacer honor a esta tradición ancestral.

Este año en el Centro Cultural Tijuana se ofrecerán diversas actividades vinculadas con esta celebración a partir del próximo 25 de octubre. Se inician las actividades con la develación del altar de muertos, el cual su diseño y decoración están basados en la tradición de la Isla de Janitzio. En esta fecha se realizará una reproducción a escala de los pequeños retablos florales que adornan las cabeceras de los sepulcros y en el marco de la ornamentación se encuentran alimentos, dulces, bebidas, ropa y otros objetos, siguiendo la tradición y costumbres michoacanas.

Luego, los días 3 y 4 de noviembre, se realizará la instalación de la emblemática ofrenda floral monumental dedicada al escritor Sergio Pitol, siguiendo la tradición purépecha, este símbolo se colocará en el exterior frente al edificio central. La ofrenda también se dedicará a la memoria del actor Carlos Niebla, y a Juanito García, carpintero por muchos años al servicio del CECUT.

Estos son tan solo dos de los festejos que realiza el CECUT. Mas allá de sus espacios, la tradición vive en los hogares y centros públicos de Tijuana.