Los Narcotúneles de San Diego
Solo es necesario bajar pocos metros dentro de un túnel para que respirar se vuelva complicado y que la luz comience a escasear.
El llamado Túnel Gálvez es solo uno de los muchos que se han identificado en los últimos años entre la frontera de Otay Mesa y la ciudad de Tijuana. Con una longitud de 762 pies de largo y 90 pies de profundidad, este túnel muestra la persistencia con la que cuentan los grupos organizados en el cruce de drogas.
Los túneles creados para el cruce de drogas cada vez son más sofisticados, muchos cuentan con sistemas de electricidad, ventilación y rieles para la movilización de cargas de sustancias ilícitas. Sin embargo, asegura la Patrulla Fronteriza, estos túneles también son extremadamente peligrosos.
“Muchos de estos túneles también están construidos con materiales realmente rudimentarios, taladros de martillo, pequeños martillos y algunos de ellos incluso con picos, palas y cubetas”, informó Lance LeNoir, Oficial de Operaciones del sector San Diego de la Patrulla Fronteriza.
El trabajo para cerrar los túneles en San Diego que son detectados por autoridades de inteligencia, se realiza con cinco miembros de un grupo de élite de la Patrulla Fronteriza. Los integrantes de este escuadrón implementan el uso de tecnologías, tomando como prioridad la seguridad. En un promedio de 72 horas, este equipo puede lograr cerrar de forma definitiva el pasadizo secreto que por meses o años burló la seguridad de la frontera.
“Hacemos un mapeo del túnel y marcamos puntos específicos donde descargamos e insertamos el concreto, básicamente a lo largo de todo el túnel desde la frontera de Estados Unidos hasta su punto de salida al norte, todo con concreto”, agregó LeNoir
La búsqueda de túneles es exhaustiva por parte de las autoridades en la frontera de San Diego con Baja California, aseguran zonas como la de Otay Mesa se han convertido en los puntos preferidos de los grupos delictivos transnacionales, quienes en base a la ubicación geográfica de la zona comercial y la movilidad de su economía que vive principalmente de la importación, exportación y grandes camiones de carga, dicen se convierte en una amenaza constante para excavar en secreto y tener una salida y entrada segura a través de ambos países.
Hoy estos comercios y zonas residenciales que colindan con la Autopista 905 son estrictamente revisados por las autoridades de la Patrulla Fronteriza, quienes dicen evitar la construcción de un nuevo túnel en el área.
Desde el año 2007 y hasta la fecha las autoridades federales en Estados Unidos han invertido más de 7 millones de dólares para lograr los túneles transfronterizos sean cerrados de forma definitiva, y las drogas que llegan por estos medios a la unión americana no lleguen a sus calles.