María Meza, la madre hondureña cuya fotografía se volvió viral al huir con dos de sus hijas de gases lacrimógenos que disparó la patrulla fronteriza hacia Tijuana se encuentra finalmente en libertad condicional en San Diego con sus cuatro hijos, todos menores de edad.

Meza fue liberada la noche del viernes en San Ysidro donde se entregó a un abogado al salir libre, pero con grillete electrónico, 26 días después de ser captada mientras huía con dos pequeñas cerca de donde cruza la frontera el tren, al este de la garita de San Ysidro.

La fotografía de Mesa con sus hijas gemelas de cinco años de edad, contribuyó a múltiples críticas, entre ellas la del gobernador entrante de California, Gavin Newsom, quien dijo en Otay que arrojar gases contra madres y niños que buscan asilo y están en el extranjero “no es el Estados Unidos que queremos”.

Meza logró escapar a los gases con sus hijas, Cheili y Saira. Antes de cruzar a San Diego declaró que la tarde del 25 de noviembre, cuando pudo huir de los gases lacrimógenos “nosotros pensamos que íbamos a cruzar la frontera, pero nunca pensamos que nos iban a disparar”.

Dijo que cuando vio que efectivamente disparaban gases a Tijuana “me sentí muy triste y tomé a mis hijas de las manitos para irnos y fue cuando ya los gases cayeron cerquita” y las tres corrieron a ponerse a salvo.

La fotografía se publicó en la mayoría de la primera plana de la mayoría de los diarios impresos y electrónicos, e incluso como complemento de noticieros en vivo que completaron los videos con la fotografía de María Meza y sus hijas.

Ha sido la primera integrante de la caravana que alcanza tal difusión.

Meza fue también con sus hijos la primera familia integrante de la caravana que logra cruzar por la garita de Otay, que Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) prohibía hasta ahora como paso para migrantes que desean entregarse para solicitar asilo.

De acuerdo con la abogada Nicole Ramos, de la organización Al Otro Lado, el 18 de diciembre Meza y sus hijos permanecieron a las puertas de la garita de Otay durante casi ocho horas sin moverse del sitio al aguardar a que oficiales de CBP con equipo antimotines les dejaran pasar a entregarse para solicitar asilo.

“A ratos, algunos de los niños lloraban porque se cansaban de estar en el mismo sitio, pero la familia exigía su derecho a que se les escucharan sus argumentos para pedir asilo”, dijo Ramos.

Dos congresistas federales demócratas que se encontraban ese día en Tijuana para hablar con deportados, Nanette Díaz Barragán y Jimmy Gómez, ambos de California, acudieron a la garita de Otay a reforzar la petición de la señora Meza.

Todavía durante unas horas CBP declaró que la familia de Meza no podía pasar a pedir asilo porque la garita se encontraba en su máxima capacidad en atención al público; en otras palabras, estaba llena y no tenía cupo disponible.

Sin embargo, en horas de la noche, la familia hondureña consiguió pasar a pedir asilo.

La familia estuvo detenida tres días hasta que salió libre condicionalmente el viernes. Sus abogados no informaron a lo inmediato sobre los siguientes pasos del proceso.