Piscinas, niños y prevención
LA COLUMNA VERTEBRAL
El Soporte Informativo Para Millones de Hispanos
Por Luisa Fernanda Montero
El peligro que puede representar una piscina para nuestros hijos, si no se toman las medidas de seguridad adecuadas, es muy grande. Las consecuencias de un descuido pueden provocar secuelas graves, daños neurológicos irreparables o incluso la muerte.
Son los niños menores de cinco años los más expuestos a sufrir accidentes en las piscinas. Un niño pequeño puede ahogarse en una profundidad mínima, por lo que las pequeñas piscinas especiales para niños no representan ninguna garantía.
Muchas veces los flotadores no impiden los percances, por eso es indispensable la vigilancia permanente de un adulto capacitado, a la hora de nadar; recordando incluso que las actividades acuáticas representan grandes beneficios motrices para los pequeños.
Si tomamos las precauciones del caso, podemos disfrutar de toda la diversión sin temor alguno; para empezar, es recomendable que los niños aprendan a nadar lo antes posible; la natación es uno de los deportes más completos y una herramienta necesaria para la vida.
Es indispensable equipar a los niños adecuadamente antes de que ingresen a la piscina y controlar los juegos y actividades tanto dentro como fuera de ella; un resbalón en el suelo húmedo al rededor de la piscina también puede ser fatal.
Si la piscina está en su casa o muy cerca de ésta, la entrada debe estar controlada para evitar que los niños aprovechen el descuido de los mayores y se metan a la piscina sin vigilancia.
Si la piscina es comunitaria o pública debe asegurarse de que cumpla con las medidas adecuadas de seguridad antes de permitir que sus hijos acudan y constatar la presencia permanente de guardias salvavidas.
Asegúrese de que la piscina tenga marcas de profundidad que indiquen las zonas más profundas y que los filtros tengan sus tapas respectivas para evitar que succionen las extremidades del menor.
Si la piscina está en su casa, es usted el responsable de asegurarse de que no represente un peligro latente para sus hijos. Incluso las pequeñas piscinas de plástico que se instalan en los patios traseros pueden ser muy peligrosas. Así que para evitarse malos ratos, es mejor desocuparla después del baño.
Es muy importante, además, mantener los aparatos eléctricos de cualquier tipo lejos del agua y si la piscina está en su casa, dejar lejos del alcance de los niños los químicos para piscinas y demás elementos de limpieza.
Los adultos responsables de las actividades acuáticas de los niños deben tener conocimientos de primeros auxilios y conocer las técnicas de salvamento y reanimación cardiopulmonar necesarias para rescatar al niño en caso necesario.
Nunca, por ningún motivo y bajo ninguna circunstancia deje solo aun niño en la piscina o cerca de ella, ni siquiera por un instante.