Preguntas y respuestas: por qué la huelga de hambre en Guantánamo podría ser el último
New America Media
New America Media: ¿Por qué usted llamó a su libro de memorias “The General (El General)”?
Ahmed Rachidi: Porque yo era uno de un número limitado de prisioneros de Guantánamo que hablaban inglés, estaba a menudo obligado por los guardias e interrogadores a ser un “líder no oficial”. Me apodaron “el general”.
NAM: ¿Cómo logró salir de la prisión?
Rachidi: Me liberaron en mayo de 2007. Yo estaba en la lista “aprobado para liberación” de un año antes de que me sacaron. Aunque yo era un residente británico y había trabajado como chef en Londres durante 16 años, fui repatriado a Marruecos. Nunca se me permitió recuperar mi pasaporte así que no pude volver a Londres, aun este marzo pasado cuando salió mi libro.
NAM: ¿Cómo pasó de ser un chef en Londres a ser un prisionero en Guantánamo?
Rachidi: Había viajado a Islamabad al final del verano de 2001 con un visado de negocios de un mes. Cuando vi la cobertura televisiva de los refugiados afganos escapando de los ataques aéreos de Estados Unidos cerca de la frontera con Pakistán, quería ayudar. Es el tipo de respuesta emocional que tienes cuando ves los desastres. Yo pensaba que iba a ser voluntario por una semana — la frontera no estaba muy lejos. Pero terminé enmedio de una zona de guerra. No había nada que pudiera hacer. Cuando crucé de nuevo en Pakistán pensaba que estaba a salvo. Yo iba en un coche con otros cinco pasajeros, pero el coche fue detenido en un puesto de control del ejército paquistaní. Después de 44 días en una cárcel pakistaní, la inteligencia de Pakistán me mando al FBI.
NAM: ¿Usted era el único preso “aprobado para liberación?”
Rachidi: En cualquier momento, hay un máximo de 50 ó 60 presos en la lista “aprobado para liberación”, incluyendo Shaker Aamer, originario de Arabia Saudita. Él es el último residente británico en Guantánamo. El presidente Obama dice que los que son aprobados para liberación no pueden volver a sus países de origen, porque se enfrentarán a la tortura en sus países, o porque sus gobiernos no los quieren de vuelta.
NAM: ¿Es eso cierto?
Rachidi: Eso simplemente no es verdad. Durante los últimos 11 años los británicos han estado haciendo campaña para la liberación y el retorno de Shaker a su familia en Londres. Y los EE.UU. ya ha enviado a decenas de presos de vuelta a países como Yemen y Arabia Saudita.
NAM: ¿Cómo conociste a Shaker?
Rachidi: Conocí Shaker en la caja de aislamiento. Como yo, él era un padre. Yo puedo decir que un padre en Guantánamo es un padre desesperado sabiendo que sus hijos están creciendo separados y lejos de él. Ellos están creciendo fuera de él, sin que él lo supiera, sin su cariño y atención. Así que un padre en Guantánamo no es más que un padre devastado.
NAM: ¿Nos puede contar sobre la huelga de hambre?
Rachidi: Shaker es uno de los más de 100 presos de Guantánamo que han estado en huelga de hambre desde hace casi tres meses. La administración de Obama dice que están en huelga de hambre porque quieren un mejor trato o mejor comida. Pero eso no es cierto. Ellos están en una huelga de hambre porque quieren justicia. Quieren libertad. Ellos quieren ir a casa con sus familias. Y esta vez no se van a dar por vencidos.
NAM: ¿Usted ha participado en una huelga de hambre?
Rachidi: Yo estuve en huelga de hambre muchas veces en Guantánamo. La comida es el único consuelo que los presos tienen en su celda. Por eso, cuando hay una huelga de hambre significa que los presos renuncian a su única fuente de paz y comodidad. Se dejan a si mismos caer en un coma profunda. Es como arrastrándose con su cuerpo débil en este túnel oscuro sin una luz al final.
NAM: ¿Qué los hace parar?
Rachidi: Durante una huelga de hambre en 2006, el comandante de la prisión me puso en un bloque especial para cuidar de los presos que dijo que salían del hospital. Pero en realidad estaban llegando de aislamiento en celdas que se mantuvieron heladas. Cada prisionero estaba temblando, cada prisionero tenía la nariz magullada y cubierta con sangre seca y los ojos negros que parecían petrificados. Todos se quejaban de dolor intestinal y hemorroides sangrantes. Los soldados insertaron tubos de alimentación con fuerza y sin anestesia a través de la nariz y la garganta mientras que los presos estaban atados a sillas. Entonces los soldados les dieron medicación para que sus intestinos se movieran. Después defecaron y se orinaron en sus pantalones. Quedarían por horas así. Si vomitaban, los soldados les repetían el proceso. Usando estas tácticas, pararon la huelga. Incluso le rogué a la administración a parar.
NAM: ¿Cuál es su mayor preocupación en este momento?
Rachidi: Esta será la última huelga de hambre. Dejando de comer es la única forma que los presos pueden ejercer algún tipo de control cuando son impotentes. Pero esta vez, Shaker y los presos no tienen la misma fuerza, la misma energía que tenían antes. Mental y físicamente están muy débiles. Me preocupa que algo pueda ir mal, que alguien pueda perder su vida.
NAM: La huelga de hambre ha llamado la atención del presidente Obama. ¿Ha ayudado eso?
Rachidi: El presidente Obama dijo que está mandando 40 doctores a Guantánamo. Los presos no necesitan doctores. Los presos quieren ir a casa con sus familias. Ellos han estado clamando por la justicia durante 11 años. Para retener a alguien durante 11 años sin juicio, sin cargos, es un crimen.
NAM: ¿Cuál es el mensaje de la huelga de hambre?
Rachidi: Guantánamo es una preocupación para cada ser humano que cree en la democracia, que cree en los derechos humanos, que cree en el imperio de la ley. No tenemos mucho tiempo. Tenemos que unirnos para hacer que el presidente Obama a restaurar el estado de derecho y poner fin a esta desgracia.
Vea un video de Ahmed Rachidi hablar de su tiempo en Guantánamo: http://www.youtube.com/watch?v=NKS_ OGN7djE&feature=youtube _gdata_player.
Traducción por Jonah Harris