Republicanos e inmigración: La misma historia… otra vez
Comentario:
Por Maribel Hastings
America’s Voice
Como diría Yogi Berra, leyenda beisbolera de los Yankees de Nueva York, “it’s déjà vu all over again”.
Una vez más el ala republicana antiinmigrante lleva la voz cantante. La nueva mayoría republicana en ambas cámaras del Congreso busca frenar a toda costa las órdenes ejecutivas migratorias anunciadas por el presidente Barack Obama, así sea entorpeciendo el presupuesto del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), propuesta cuestionable a la luz de los recientes ataques terroristas en Paris, Francia, que vuelven a evidenciar la inmensa necesidad de estar al pie del cañón en materia de seguridad.
Pero va más allá de querer tomar como rehén el presupuesto de la agencia encargada de la seguridad de la nación. El pasado viernes los republicanos de la Cámara Baja volvieron a mostrar el cobre al presentar un plan, según ellos para combatir los “excesos” de la administración de Barack Obama al girar órdenes ejecutivas migratorias que amparan de la deportación a inmigrantes sin historial delictivo. Órdenes ejecutivas sustentadas en estatuto y precedente.
La propuesta republicana no se conforma únicamente con tratar de bloquear las acciones ejecutivas anunciadas en noviembre de 2014, sino que elimina la Acción Diferida o DACA anunciada en 2012 para amparar de la deportación a los DREAMers o Soñadores, jóvenes indocumentados que no tuvieron ni parte ni suerte en la decisión de padres y familiares de traerlos a Estados Unidos buscando una mejor vida.
Y va más allá. El plan quiere revertir los llamados Memorandos de Morton que establecen la llamada discreción procesal para no destinar fondos y personal a deportar jefes de familia sin historial delictivo para poder concentrarse en verdaderos criminales. Asimismo, el plan busca restablecer el nefasto programa Comunidades Seguras eliminado en el paquete de acciones ejecutivas de noviembre de 2014 y que permitía que policías locales compartieran con autoridades federales migratorias las huellas digitales de los inmigrantes detenidos con miras a deportarlos, la mayor parte de las veces por infracciones menores.
El plan se basa en las propuestas del congresista republicano de Alabama, Robert Adelhort, y obviamente refleja las posturas extremas del ala ultraconservadora del Tea Party que sigue controlando el mensaje migratorio y las acciones del Partido Republicano.
Y aunque la enmienda avance en la Cámara Baja, en el Senado no sería tan sencillo porque hay republicanos y demócratas moderados que no ven con buenos ojos que los intentos de anular las acciones ejecutivas migratorias se vinculen al presupuesto del DHS. Más aún, uno que otro senador republicano o demócrata moderado que enfrente la reelección en 2016 y posee población latina significativa en su estado tampoco quiere que el mal manejo del asunto vaya a suponerle trabas a su reelección. Ante tal escenario es difícil que la recién estrenada mayoría republicana del Senado acumule los 60 votos de rigor para superar tácticas dilatorias demócratas.
Asimismo, en caso de que el plan avanzara en el Senado, es de anticipar que Obama lo vete.
Pero pase lo que pase, sólo una cosa queda clara: la propuesta migratoria republicana consiste en ampliar las deportaciones.
Aquí no se trata de combatir las acciones ejecutivas de Obama por considerarlas anticonstitucionales. De ser así propondrían legislación para reformar el sistema migratorio y no exponer a la deportación a los Soñadores y a sus familias. Se trata de un ataque personal contra la comunidad inmigrante y la comunidad latina en general donde abundan las familias de situación migratoria mixta. Es como si no pudieran controlar su prejuicio.
Y con Mitt Romney, el indiscutible rey de la autodeportación, amenazando con buscar, otra vez, la nominación presidencial republicana, no hay duda de que Yogi Berra tiene razón: it’s déjà vu all over again.
Maribel Hastings es asesora ejecutiva de America’s Voice