Manny Pacquiao se parece más a su alter ego de superhéroe en rendimiento sensacional contra Joshua Clottey de Ghana

Por Steve Galindo III

 Esta pasada Navidad, el magnifico libra-por-libra del boxeo, Manny Pacquiao “Pac Man”, lanzó una película en su nativa Filipinas titulado Wapakman. En ella, Pacquiao interpretó el papel de un padre que milagrosamente adquiere poderes de superhéroe. Equipado con una capa roja y la capacidad de volar (a la Superman), Wapakman lucha contra el crimen y elimina la ciudad de malhechores malos. La película se estrenó en el Festival de cine de Metro Manila, donde se encontró con negativas revisiones—muchas de las cuales sugiriendo que Pacquiao no dejara su trabajo de día. Wapakman concluyó sus dos semanas en el festival de cine terminando en último lugar en la taquilla — donde obtuvo sólo $43.000 dólares.

Último sábado por la noche, en el estadio de los Cowboys en Arlington, Texas, Pacquiao (51-3-38-KOs) regresó a su trabajo diario, sustituyendo el cabo rojo-con troncos rojos y guantes rojos y retomó su papel como un superhéroe moderno-correctamente defendiendo su título Welter de WBO en una magnífica actuación contra un enemigo más grande y más fuerte en Clottey de Joshua (35-4-20 KOs). Y a diferencia de su anterior incursión como un superhéroe, esta vez Wapakman iría ser una taquilla de smash.

En un número superando con creces las expectativas, más de 50.000 personas de todas las razas, géneros y credos atiborraron el camino en el estadio de los Cowboys, convirtiéndolo en uno de los mayores eventos en la historia del boxeo. Lo que hace que la hazaña sea lo más extraordinaria, es el hecho de que el oponente de Pacquiao, Joshua Clottey, era práctica-mente desconocido a aquellos fuera del ring del boxeo.

No creo que se trata de un tramo de decir que Clottey seguirá siendo desconocido debido a su rendimiento aburrido. Partido en el combate, muchos describen el pleito de Clottey con Pacquiao como uno, que sería bien make-or-break. En el lapso de su carrera profesional de quince años, Clottey había acumulado victorias sobre nombres notables como Zab Judah y el último, Diego “Chico” Corrales. A pesar de sus éxitos, Clottey también tenía la reputación de un cazador que no podría ganar los matchups de recuadro. Se hizo evidente en dos combates acaloradamente impugnadas contra welterweights Antonio Margarito y Miguel Cotto. En ambos casos, Clottey mostró signos de brillantez desde el principio, pero finalmente perdió en ambas ocasiones debido a la falta de agresión, que casual-mente sería su caída contra Pacquiao. 

Contra Pacquiao, Clottey nunca tuvo una oportunidad —o mejor aún, nunca dio a sí mismo una oportunidad—lanzando solamente en total 399 puñetazos, en comparación con 1,231 para el vencedor. Clottey simplemente no tenía ninguna respuesta para una velocidad excepcional, ráfagas inicuas y golpes de cuerpo brutales por parte de Pacquiao. Sin embargo, tenía una respuesta para su pobre desempeño. Después de la pelea, Clottey llegaría a decir que el sitio Web myjoyon line.com que culpó a su actuación como un caso severo de deshidratación y diarrea que sufrió de comer Banku y okra estofado, que es un plato muy popular de Ghana.  Personal-mente, puedo sinceramente decir  que Clottey tenía diarrea, pero no de cualquier guiso. Clottey estaba asustado, y luchó asustado. Decidió a lo seguro por combates en modo de supervivencia y el bombardeo hasta como una tortuga. Tal vez combates en un campo de fútbol cambian hasta la psique de Clottey, pero alguien olvidó decirle que a diferencia del fútbol —en el boxeo no es con defensa que gana cam-peonatos su ofensiva, es porque Manny Pacquiao ha conseguido ganar siete títulos en siete clases de peso diferentes y que es por eso que derrotó a Clottey tan fácilmente.

Con la victoria, Pacquiao cimentó más su estado como principal atracción del boxeo y su mejor pleito de libra-por-libra. Joshua Clottey descubrió el camino difícil.