La batalla por la bancada máxima de Sacramento tendrá dos contendientes políticos muy especiales.

Mientras los demócratas apostarán por un político muy experimentado, los republicanos probablemente tendrán a una mujer cuya trayectoria política es nula, pero sus dotes económicos y de negocio son admirables.

¿Cuál de los dos candidatos es el indicado para resolver los problemas económicos del estado?

Por un lado está Meg Whitman, ejecutiva calculadora, inteligente, con bastante experiencia en el campo de los negocios y la economía.

Por el otro lado se ubica Jerry Brown, quién no sólo fue gobernador en dos oportunidades, sino que también ocupó cargos en la mesa directiva del colegio de Los Ángeles, fue secretario del estado, dirigente máximo del partido demócrata, alcalde de la ciudad de Oakland y actualmente es procurador del estado de California.

Brown se gana una A en la política, Whitman, por el contrario, se aplaza con una F mayúscula.

Las debilidades del currículum político de Whitman se pueden apreciar a leguas. Lo más triste y tal vez lo más vergonzoso es no haberse inscrito para votar por su candidato de preferencia en las elecciones presidenciales, municipales y del distrito. Se hizo republicana hace algunos años; sólo para participar en las elecciones de noviembre.

Sin embargo, en el plano académico y educativo, Whitman se saca una A. Aparte de haber sido una de las mejores alumnas de su generación en el High School, pisó dos de las universidades más prestigiosas del país. Hizo sus cursos de licenciatura en la Universidad de Princeton y estudió una maestría en Administración de Empresas en la Universidad de Harvard.

Brown tampoco se queda atrás. Inicialmente fue seminarista de una congregación de jesuitas, aunque nunca la concluyó. Cambió a Dios por el diablo (la política). Estudió una licenciatura en la Universidad de California Berkeley y luego adquirió un título de leyes en la Universidad de Yale.

Asimismo, Whitman adquiere una A en cuestiones económicas y de negocio. La ex presidenta de , después de su graduación de Harvard, trabajó en el estado de Ohio como gerente de una empresa. Después buscó otras oportunidades en San Francisco, trabajando para Bain & Company como consultora. En 1989, se convirtió en vicepresidente del área de planeamiento estratégico de Walt Disney. Y finalmente se incorporó a la compañía de E-Bay, donde hizo relucir su brillantez en el negocio.

Los electores de California tendrán que elegir entre un aplomado político, o una mujer con una experiencia económica envidiable.

Tanto Brown como Whitman tienen sus propias cualidades y debilidades. Cualquiera de los dos puede ser un elemento crucial para resolver los problemas que nos afectan.

Hay que hacer constar, sin embargo, que en Sacramento no sólo se requiere de sabiduría económica o experiencia política, sino que también es necesario que nuestro líder tenga el carácter y la fuerza para doblegar intereses de todo tipo.

Tal vez Brown es demasiado experimentado y conoce con demasía los contubernios que se gestan dentro del sistema político, pero sus conocimientos y experiencia parecen ser los más adecuados en medio de legisladores que les encanta aferrarse a su partido político. Whitman tiene trayectoria económica, pero su debilidad política puede ser explotada por sus enemigos.

Al final, usted es el que decide. A votar se ha dicho.

Humberto Caspa, Ph.D., es profesor universitario. E-mail: hcletters@yahoo.com